Trastornos inventados I: el Burnout Existencial

Trastornos inventados I: el Burnout Existencial

He aquí una lista de algunos de los trucos/medidas/hábitos/desafíos/intentos que he comenzado en los últimos cuatro años para ser más feliz, mejor psicóloga, mejor escritora y mejor persona. No lo puse en marcha todo a la vez, ni lo cumplí todo, pero lo intenté con sinceridad al menos en una ocasión.

Ahí va:

  • Escribir todos los días durante un mes.
  • Escribir todos los días durante un año.
  • Comer una ensalada al día.
  • Beber un zumo de frutas y verduras al día.
  • Llevar una dieta cruda.
  • Meditar todos los días dos horas.
  • Meditar todos los días una hora.
  • Meditar todos los días algo.
  • No comer nada hasta la hora del almuerzo.
  • No comer nada después de la hora del almuerzo (aclaro que nunca hice las dos anteriores a la vez).
  • Llevar una dieta sin cereales, legumbres o lácteos (tipo paleo).
  • Llevar una dieta ketogénica baja en carbohidratos.
  • Llevar una dieta no alergénica, compuesta básicamente de carne, arroz y mantequilla clarificada.
  • Levantarme a las seis de la mañana para escribir.
  • Levantarme a las seis de la mañana para meditar.
  • Ir al trabajo en bicicleta.
  • Acostarme todos los días antes de las once.
  • Sustituir la siesta por un paseo.
  • Leer un libro de no ficción a la semana.
  • Escribir diez tweets cada mañana.
  • Ducharme con agua fría.
  • Empezar a correr descalza.
  • Aprender a dibujar retratos.
  • Escribir una novela en un mes.
  • Escribir en este blog todos los días.
  • Escuchar un disco nuevo cada día.

Además de esto, en los últimos cuatro años he trabajado en diez sitios distintos (todos como parte del PIR, claro, pero distintos al fin y al cabo), he probado el running, la natación y la escalada, me he aficionado intensamente a escalar, he viajado sola, he conocido gente, me he enamorado al menos tres veces, me he apuntado a teatro, me he comprado un coche, he abierto este blog, he escrito la Guía Práctica Para Evitar al Psicólogo, he puesto en marcha un servicio de consulta online y me he ido a vivir con el Amor de mi Vida. He escuchado las historias de cientos de pacientes y he leído las de cientos de lectores.

Y, ¿sabéis qué?

Me noto… no sé… cansada.

Me cuesta escribir.

Me cuesta ilusionarme por las cosas e interesarme por los demás.

¿Por qué será?

El Burnout Existencial

Como tantas otras veces, querido lector, lo de Burnout Existencial o BE es un concepto que acabo de inventarme. Si sirve de algo, todos los trastornos se los inventó alguien en algún momento, ¿por qué no puedo yo? Este artículo es, por tanto, una propuesta: creo que puede existir el Burnout Existencial, creo que me ha pasado a mí y me gustaría preguntaros si os ha ocurrido a vosotros.

¿Por qué burnout?

A principios de este año, cuando no podía hacer otra cosa en mi tiempo libre más que dormir la siesta y me preguntaba si estaba deprimida, Pablo sugirió que quizá estaba quemada o, como dicen los yanquis, burned out. Mi primera reacción fue:

¿Quemada? ¿YO? ¡Pero si no estoy haciendo NADA! ¡Si mi problema es precisamente la inactividad! Lo que soy es una vaga estúpida que nunca llegará a ninguna parte y acabará sus días en un estercolero. Pero ¿quemada? Venga ya.

Examinando mi estupenda vida, con mi novio argentino, mi furgo nueva y mi piso frente al mar, concluí que si estaba deprimida en esas circunstancias, probablemente tenía un tumor.

No podía estar deprimida, ¡mirad mi foto de perfil!

No podía estar deprimida, ¡mirad mi foto de perfil!

Empecé a contemplar seriamente la posibilidad del burnout. Leí algo sobre el tema; no mucho, claro, porque estaba demasiado quemada para leer.

Tras pensarlo un poco, decidí admitirlo como posibilidad y dejé de insultarme. Paré de proponerme metas, objetivos y proyectos, suavicé un poco la mano de hierro de mi Superyó, puse el blog en pausa y asumí que tardaría aún más en contestar mis mails pendientes. Empecé a mejorar un poquito. Terminé el PIR y me fui al paro. Mejoré un montón. De algún oculto almacén, salió algo de energía que me dio ganas de hacer cosas. Y por fin, sin prisa pero sin pausa, decidí retomar este blog. Escribí una newsletter blandengue y vergonzosa donde les contaba a los suscriptores todo esto del burnout, y ellos, que son amor, me contestaron dándome ánimos.

Ahora que tengo algo más de fuerzas, ha llegado el momento de retomar el blog donde lo dejé. «Estás mejor – me dije hace unos días -, ¿sobre qué vas a escribir ahora?». «Sobre el burnout», contesté enseguida. Lo había pasado tan mal que quería compartirlo con el mundo: mi experiencia, cómo evitarlo y cómo salir de ahí.

Burnout creativo

Empecé a buscar información sobre el burnout creativo y/o laboral. Había toneladas de páginas acerca del tema y me servía lo que decían, pero no estaba segura de que lo que me había pasado pudiera circunscribirse a un único ámbito. No era sólo la parte creativa y no era sólo el trabajo.

«Lo mío es peor, y distinto, y MÁS GRAVE – pensaba -. Tiene que ver con el sentido de la vida y el olor de las nubes. Lo mío es profundo. Es existencial».

Ahí fue donde tuve mi eureka. A saber:

La existencia intencionada es un proceso creativo.

(Lo sé, lo sé, suena a frase cursi de «El Secreto». Pero quédate conmigo)

Si estás leyendo esto, probablemente es porque te interesa ser más feliz y mejor persona. Como un 100% de la población, tienes problemas y te gustaría solucionarlos. Si lees Psicosupervivencia y otros blogs, revistas o libros por el estilo, es porque no te conformas con seguir repitiendo los mismos errores una y otra vez, y quieres mejorar.

Eso, por supuesto, requiere un proceso creativo constante.

No necesitas ser escritor, pintor, diseñador gráfico o programador web para ser creativo. Eres creativo con tu vida. Estás creando nuevas formas de enfrentarte a viejos problemas: cada vez que un artículo te llama la atención, que intentas implementar un cambio o que tratas de levantarte del enésimo tropiezo con la misma piedra, creas.

El pequeño y sucio secreto del desarrollo personal

Llevo cuatro años trabajando como psicóloga y casi treinta trabajando como humana. Medito (algo), leo sobre el tema, hablo y me escribo con gente. Y he aquí el secreto y la enorme paradoja del desarrollo personal:

Axioma de Psicosupervivencia sobre el Desarrollo Personal:

Hagas lo que hagas, seguirás teniendo motivos para estar descontento.

Corolario al Axioma de Psicosupervivencia:

Aun así, es mucho mejor intentar mejorar que no hacerlo.

Mi intención al revelar este Pequeño y Sucio Secreto, o PSS, no es deprimirte y hacerte saltar por la ventana mientras gimes: «¿Por qué, oh, POR QUÉ?». Mi intención es que te relajes. O que nos relajemos todos. Porque lo peor, peor de todo es que al final perdemos: pasa el tiempo, te haces viejo, envejeces y mueres. Yo no sé lo que hay después de la muerte, y me esfuerzo por creerme lo de la luz y el túnel, pero si al final no hay nada, o hay una horrible existencia inferior por todos nuestros karmas chungos, resulta que todo el tiempo que te pasaste esforzándote por ser MÁS al final se habrá disuelto en el espacio.

Insisto: es mejor intentar mejorar que no hacerlo. ¿Por qué? Porque, la mayoría de las veces, no intentar mejorar implica empeorar. Es como si dejas de ir al gimnasio: no te vas a quedar igual, sino que perderás masa muscular y forma física. Hay que trabajar, esforzarse, leer y poner en práctica. Estamos de pie en una batalla que no terminamos de comprender y, como decía Quevedo en Alatriste: «no queda sino batirse».

La era de la hiperestimulación existencial

Hoy en día disponemos de más material para el autoperfeccionamiento que nunca. La gente está llena de buenas ideas. Esta mañana, mientras desayunaba, he instalado flipboard en mi iPad: un recopilatorio desde distintas fuentes de noticias, archivadas por categorías. En lo que he tardado en tragar mi paleodesayuno de patatas y huevo, tenía al menos cinco buenas ideas sobre productividad, emprendimiento y desarrollo personal. Me había enterado de cómo iban la política y economía internacionales. Había archivado, tuiteado y pineado.

Lo que se traduce en que eran las nueve y media de la mañana y tenía la cabeza como un bombo.

Es muy difícil parar cuando a tu alrededor hay tanta gente haciendo cosas tan chulas. Tantos Proyectos Grandes y Locos. Unos pasan un año leyendo, otros investigan sobre el amor verdadero, otros viajan, emprenden y cuentan su experiencia. De hecho, no tienes por qué pararte. Te recomiendo de verdad que emprendas Proyectos Grandes y Locos, porque son divertidos, nos inspiran a nosotros e inspiran a los demás. Tampoco quiero insinuar que sólo porque yo esté ahora quemada como la pipa de un indio, a ti vaya a ocurrirte lo mismo. Como dice Scott Berkun, las energías de cada uno vienen de lugares diferentes, y hay personas que apechugan alegremente y a la perfección con lo que a ti te tiene tumbado contra el suelo.

Sólo te digo: relájate. Y cuídate. Porque crear tu vida cansa, y cuando te cansas y no descansas, llega un momento en que te bloqueas. Entonces no puedes hacer nada, y estás como yo he estado todo este principio de año: inactiva, triste y perdiendo a toda velocidad la masa muscular de mi espíritu.

Conclusión: el Burnout Existencial, a pesar de ser un concepto inventado, me parece útil. Quiere decir que puedes estar quemado por muchas cosas, no sólo por tu trabajo o por tu arte. Te puede quemar cuidar de otros, tu entrenamiento deportivo, ser siempre la amiga que escucha y nunca la que habla. Puede quemarte leer todos los días el periódico o ser el presidente de tu comunidad de vecinos. Puede quemarte tu esfuerzo cotidiano por ser mejor persona.

¿Cómo salir del Burnout Existencial?

Ponte en modo NO

La diferencia entre la depresión y el burnout es que si estás deprimido llevas demasiado tiempo en modo no, y ahora tienes que empezar a decir ; si estás quemado, llevas demasiado en modo y deberías empezar a decir no. Por supuesto que te sentirás culpable: a tu alrededor, El Mundo Entero te dice que hagas más, más y más, y estarás perdiendo oportunidades de ser más fuerte, estar más sano, tener más amigos, más dinero y etc. No importa. Seguir por el camino del sí cuando no puedes más es una receta segura para el fracaso.

Así que repite conmigo: no, no voy a levantarme a las seis para hacer yoga, porque necesito dormir; no, no voy a apuntarme al desafío de levantar pesas de mi gimnasio, porque mi cuerpo está cansado; no, no voy a empezar un blog aunque lo esté haciendo todo el mundo. Tu cordura es lo más importante.

Cierra tus pantallas

La semana pasada me pasó una cosa curiosa. Estaba preparando este artículo, así que dediqué la mañana a leer sobre burnout. Después salí a la calle y aproveché que estaba en Málaga para visitar la FNAC. Tras pasar un rato mirando libros y otros objetos bonitos y golosos, comencé a sentir mi cerebro familiarmente agotado. Bajé a la cafetería de la planta inferior, pedí un botellín de agua, me senté y, sin saber si sería una buena idea, saqué el libro que tenía en el bolso. A pesar de seguir consumiendo información, después de un rato mi cabeza estaba descansada y mucho más clara.

El formato de Internet y las redes sociales nos condena al constante ojeo de datos, al cambio rápido de tarea y a la sobrecarga. Lo mismo vale para mirar libros o leer revistas. Cierra tus pantallas. Deja de consumir. Descansa tu mente y asume que te vas a perder cosas. Después lee, pasea, duerme: ocúpate en tareas de un solo canal, que te permitan concentrar tus desgastadas fuerzas.

Vuelve a los básicos

Y los básicos, por mucho que nos empeñemos en complicarlos, son dormir, comer y hacer ejercicio. Puesto que estás en modo no, descárgate  de todo lo que necesites para poder cumplir con estos básicos.

Y ojo:

Dormir no es acostarte como un reloj siempre a la misma hora, o probar extraños regímenes de sueño policíclico, u obsesionarte con complementos de melatonina y magnesio. Comer no es adoptar una dieta ultra-exigente crudi-paleo-macrobiótico-vegana. Hacer ejercicio no es diseñar un programa de Power Lifting para competir en culturismo.

Insisto: RELÁJATE.

Simplemente, haz lo posible por dormir un poquito más, moverte un poquito más y comer un poquito mejor. Y date una palmadita en la espalda de mi parte cuando lo logres.

Si estás quemado, no necesitas una larga lista de consejos. Creo que estos tres te vendrán bien, y que a medida que mejores, tú mismo irás generando nuevas soluciones.

Aquí otro Gráfico Mono, para que quede bien resumidito:

 

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¿Cómo prevenir el Burnout Existencial?

Sé tierno contigo mismo y honesto con los demás

No te lo digo yo, te lo dice R.E.M.: everybody hurts. A todo el mundo le duele, todo el mundo sufre y nadie, por bonita que parezca su portada del Facebook, está saltando por ahí de felicidad ininterrumpidamente. Va en contra de la naturaleza del ser humano. Si crees que es así, es porque vivimos en una conspiración extraña en la que hay que ser feliz todo el rato y demostrarlo.

Lo que más cuesta no es admitir que no somos perfectos, sino admitir que no somos felices.

Asume el delicioso conjunto de imperfecciones que es tu vida y date permiso para disfrutar de las pequeñas cosas. No de todas las pequeñas cosas una detrás de otra, en una sucesión ininterrumpida de momentos Instagram. Disfruta de las pequeñas cosas que encontrarás enterradas en los enormes montones de mierda de la vida cotidiana.

Acepta que fallarás. Es parte del proceso. Acepta que volverás a fallar porque no aprendiste nada de tus fallos anteriores, que retrocederás, que nunca jamás en tu vida habrías pensado que te verías en esta situación. Que pareces nuevo en esto de la vida.

Una cosa cada vez… o varias, pero no todas a la vez

Otro Pequeño y Sucio Secreto del desarrollo personal: es muy difícil hacerlo todo siempre. Es casi imposible hacer todos los días ejercicio, meditar, escribir, tener buen sexo con tu pareja, mantener la casa ordenada, comer ultra sano, jugar con los niños, ser productivo, apreciar los detalles, mantener tu bandeja de entrada en cero y escuchar música clásica.

Y menos mal. ¿Sabes por qué? Porque una vida así nos tendría tan ocupados que no dejaría espacio para nada más. Para las quedadas inesperadas con los amigos, las siestas olímpicas, las pelis malas de después de comer, los bucles de vídeos graciosos en Youtube, los polvos rapiditos, la comida china, el fútbol entre colegas y las canciones malas. Eso es la vida, gente.

Puedes proponerte cosas, pero que sean poquitas. En general, el hecho de proponerte algo y cumplirlo es de por sí beneficioso, y no importa que sea una cosa muy concreta o pequeña: afectará positivamente a todo lo demás. Es lo que yo llamo el Efecto Gota de Agua en el Estanque. Cae en cualquier lado, pero lo cambia todo.

En serio, apaga las pantallas

A lo largo de tu vida, es probable que te pierdas un 99’9999% del contenido interesante de Internet. También de la vida real. No importa lo que te vendan los anuncios del iPhone: la cantidad de sensaciones que puedes experimentar es limitada. Pero eso es genial, porque no es de experimentar sensaciones de lo que va la vida.

Así que ponte una alarma y cierra la pantalla. O nota que te pican los ojos y cierra la pantalla. O queda con amigos y deja el móvil en casa. O… bueno, lo que se te ocurra. Eres listo, lector. Sabes cómo hacer las cosas. Sabes cómo mejorar. Escucha a tu sabia vocecita interior.

********

Ahora cuéntanos: ¿qué opinas del Burnout Existencial? ¿Te ha pasado? ¿Podría pasarte? ¿Es una estúpida invención de mi mente y debería dedicarme a otra cosa?

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60 comentarios
60 comentarios
  1. Mar Gutierrez junio 9, 2014

    Hola again:
    Por lo visto esta vez seré la primera en escribir por aquí. : )
    Encantada de que vuelvas a contarnos y enseñarnos cosas, y, como todo lo que cuentas, fácil de entender y de sentir.
    Personalmente, y eso que no soy asidua lectora de blogs, te echaba de menos.
    Importante siempre ser consciente de en que punto estás, pero al final somos como ríos y todo termina fluyendo, sobre todo aprender sobre esos sentimientos y siempre dar un paso más aunque parezca minúsculo. Ahora te toca expandir (eso se te da genial), disfruta de este rato.
    Espero que tu sol nos siga iluminando durante un tiempo más.
    Besis.

    Responder
    • Marina junio 10, 2014

      ¡Gracias por tu amable bienvenida!

      Me ha gustado eso de «expandir». Suena a ampliar con suavidad, sin estresarse demasiado y disfrutando en el proceso.

      ¡Un besote!

      Responder
  2. EnelvergeldelEdén junio 9, 2014

    Me ha gustado mucho. Me alegro que tu cuerpo sea intuitivo e inteligente y se rebele ante la tiranía del intelecto (el timón del barco está bien, pero no es el barcoo entero jjeje) Me gusta el término que has inventado. Yo inventaré otra expresión «capitalismo existencial» hacer TODO, ser mejor que todos, cambiar todo, que no pasemos por esta vida sin dejar huella (aunque sea una huella que marca negativamente y deja heridas) Para lo que nos han educado; programas de automejoramiento para quedarse estancado y quieto, para no ser uno mismo (qué terror!!! si soy yo me caeré… la bicicleta se cae si te quedas quieto, pero la bicicleta también existe, no sólo somos el movimiento jeje)

    Parar, decir NO.. Me parece interesante esto que comentas.. Hay mil formas de apagar el ordenador mental, que tanto se rebela ante lo que SOMOS, para intentar ser quienes no somos… A mi se me ocurre que cuando nos creemos mejores que la vida, ésta nos pasa factura, es un mal reto…

    No importa lo mucho que corras, quien se echa carreras con la vida siempre acaba perdiendo.
    Namasté

    VERFER

    Responder
  3. Pablo junio 9, 2014

    La verdad que no se si el burnout existencial existe (valga la redundancia) o no, o si es simplemente el burnout, pero lo que describís es definitivamente igual a lo que yo he experimentado las veces que llegué a ese punto (que fueron dos, o una + su recaída, como quieras verlo). A mi el burnout me vino por una (auto) exigencia inhumana en el ámbito laboral pero me afectó en todo. Lo laboral, lo afectivo, lo físico, lo mental. Todo.

    Cuando tuve mi primer burnout, el primer punto que marcás, decir que no, fue la primer Gran Verdad a la que llegué. Acostumbrado a sentirme física e intelectualmente invencible, aceptaba cualquier propuesta, perseguía todas y cada una de las ideas que se me ocurrían. Así es la vida cuando uno no acepta que la energía, la fuerza, la motivación y el empuje son, efectivamente, recursos limitados. Desde entonces me pongo filtros a las ideas (propias y ajenas) para determinar cuales son oportunidades que vale la pena perseguir y cuales es mejor dejar pasar.

    Dentro de mi browser con 19 tabs abiertos, en tan sólo una de las tres ventanas que tengo abiertas a unas dos horas de comenzada mi jornada laboral, leo tu post sobre el burnout. Leo el último tip, apaga las pantallas, y asiento enfáticamente. Me acuerdo de cómo se siente cuando apago todo a la noche para irme a dormir e inmediatamente siento mi cerebro descomprimirse.

    Creo que el punto de RELAJATE que repetís a lo largo del post es la clave. Tomarse las cosas con calma. No ser tan duro con uno mismo (ni con los demás, que el burnout lo pone a uno un tanto irascible). Aceptar el presente tal cual está dado y reconocer los propios límites.

    La otra cosa que agregaría, para quienes están en una situación actual que les produce burnout, es ser lo más conciente del presente posible y no mezclar las cosas: el tiempo de ocio es únicamente tiempo de ocio, no tiempo de retomar el tiempo que perdimos durante el trabajo porque no podíamos forzarnos a ser productivos. El tiempo de productividad es corto y deliberado, no cuatro horas ininterrumpidas de un 20% de nuestra atención puesta en el objetivo. 25 minutos de atención al ~100%, unos minutos de descanso. Lo que te funcione, pero deliberadamente. Cuando no podés cumplier esas simples directivas no te deprimas ni te maldigas.

    Descansá un momento, tomate un paseo e intentá otra estrategia.

    La fuerza de voluntad es finita.

    Responder
  4. Gabriela junio 9, 2014

    Hola, Marina, primera vez que te escribo. Estamos en las mismas, y fue lindo leerte, voy a tratar de hacerte caso. un abrazo y mucho ánimo 🙂

    Responder
  5. Lupe junio 9, 2014

    Aaaiiiii chica!!!! A mí me pasa eso…… Estoy agotada de la vida y de mí misma… Necesito RELAJARME, pero no lo consigo. Siempre hay algo que hacer….. Mí yo se está consumiendo el pobrecito, necesita vitaminas. Me ha gustado mucho lo que cuentas. Gracias por compartirlo.

    Responder
  6. Pedro junio 9, 2014

    Gracias por este post Marina. Me sirve para estar precavido y reconsiderar dónde invierto mis fuerzas.

    Llevo año y medio luchando por seguir mi PGyL y he experimentado breves épocas de agotamiento. Quizás dentro de unos años tenga que retomar este post pero ahora siento que debo seguir gastando energía, trataré de hacerlo lo más inteligentemente. A propósito, aunque no he llegado a una conclusión clara, me parece interesante conocer de dónde nacen nuestras fuerzas, su fuente. Suelo caer en esa pregunta precisamente cuando más las necesito.

    Saludos

    Responder
    • Marina junio 10, 2014

      ¡Hola, Pedro!

      Por supuesto, hay momentos para ahorrar más energía y momentos para gastarla. Creo que parte del secreto de la vida consiste en conocerse para saber cuándo hay que apretar y cuándo hay que aflojar, y si ahora te sientes en una etapa de apretar, aprovecha y adelante. Eso sí: ten presente que el burnout es una posibilidad real, y que cuando llega puede aniquilar todo por lo que llevas tanto tiempo luchando. Por eso considero que es importante conocerlo y prevenirlo.

      Mucha suerte con tu PGL!!!

      Un besote.

      Responder
    • Marina junio 10, 2014

      ¡Ya me contarás qué tal el libro!

      Un beso enorme.

      Responder
  7. inma junio 9, 2014

    Hola Marina!!
    Hace tiempo que leo tu blog y, en este caso, coincido contigo en la existencia del burn out existencial… aunque yo siempre lo he llamado crisis existencial.
    Y sé que existe porque pir h o por b me ha tocado pasarlo en alguna que otra ocasión. Trabajè dura te tres años largos en un equipo de salud mental y llegó un momento en que todo me resultaba lo mismo…. día tras día… hasta que un dìa decidí cambiar de curro.Pero como siempre tropezamos con la misma piedra, volvió a pasarme …. y esta vez implicaba màs esferas de mi vida, no solo lo
    profesional.
    Pero bueno, como bien dices, decidi cambiar cosas en mi vida y va mejor.
    Enhorabuena por el blog…. y pa lante!!!

    Responder
    • Marina junio 10, 2014

      Si estuviste en un equipo de salud mental, imagino que debieron de hacérsete muuyyyyy largos 😉

      Espero que vayas encontrando tu lugar. Un fuerte abrazo.

      Responder
  8. Mario junio 9, 2014

    Gracias por el post! Y tranquila, no estás loca jeje;)

    No siempre es facil saber donde se está, la sobrecarga y la exigencia funcionan por acumulación y creo que en esto, por no decir como en todo el resto de cosas de la vida, a veces las comprendemos al mirar hacia atrás.

    Lo importante es reponerse poquito a poco, y tu demuestras una gran capacidad (Pero con relax eh!).

    Gracias de nuevo por tu honestidad escribiendo, me resulta muy util!

    Responder
  9. leonardo junio 9, 2014

    «no es de experimentar sensaciones de lo que va la vida » decís. Y de que va en tu opinión si al final perdemos? Edificar cosas que sigan otros ej familia? Y si sentís que esa carga es demasiado pesada? Has escrito algún post sobre la depresión?

    Responder
    • Marina junio 10, 2014

      Hola, Leonardo:

      Creo que las sensaciones no son una guía porque se experimentan a corto plazo y resultan muy volátiles. Considero más útil moverse guiado por los valores: las cosas que de verdad nos importan a medio y largo plazo, aunque a corto nos supongan incomodidad. Por ejemplo: si me guío por sensaciones, me pasaré el día tumbado en el sofá, o bebiendo, o fumando, o comiendo en exceso, porque para mucha gente esas son sensaciones placenteras. Si, en cambio, me guío por el valor de la salud, haré ejercicio y comeré mejor, aunque a veces eso conlleve sensaciones desagradables.

      No he escrito nada sobre la depresión, pero quizá lo haga en algún momento (sobre todo acerca de la depresión «subclínica», también conocida como tristeza ;).

      Un abrazo!

      Responder
      • a junio 11, 2014

        Bueno, no necesariamente creo yo. Si aprendes que cuando comes y bebes en abundancia cosas asquerosas te duele la cabeza, la barriga te molesta a diario o te duelen las rodillas al subir unas escaleras, tal vez eso sea lo que más te anime a dejar de hacerlo.También son sensaciones. Las sensaciones creo que pueden ser muy útiles sobre todo para romper con la enrome fuerza que pueden tener las recompensas a corto plazo, ya que si uno aprende a prestar atención se da cuenta de que existen normalmente sensaciones negativas asociadas a muchas recompensas cortoplacistas. Aprender a prestar atención a esas sensaciones negativas creo que pudiera ser una herramienta muy útil, ya que cuando tienes ganas de comer en exceso finalmente aprenderás (gracias a prestar atención) que justo después de la comida tendrás sensaciones desagradables. Recordar esos castigos cortoplacistas cada vez que tengamos ganas de comer puede ser una gran herramienta, ya que contraponemos así incentivos cortoplacistas contra castigos cortoplacistas. Yo pesaba 99 kg y ahora 67 kg, que mantengo por cierto después de un año sin hacer ejercicio (parte del mismo en cama) después de una operación que me hicieron este verano. Una de las técnicas que usé para mi mismo es esa. Como idea…

        Responder
        • a junio 11, 2014

          Dos ejemplos de sensaciones negativas a corto plazo:
          -Si comes un buen plato de una comida con mucha grasa (cocido con sacramentos procolesterol), justo después lo único que tendrás ganas de hacer es quedarte sentado y cualquier pantalón parecerá pequeño. Puede que estés así gran parte de la tarde incluso, con esa sensación tan horrible.
          -Si comes galletas con azúcar y grasas saturadas en cantidad suficiente es posible que te duela la cabeza

          Sensaciones a largo plazo también:
          -Las comentadas que se convierten en castigos acoplados a cualquier experiencia: dolor rodillas, incomodidad en reuniones familiares derivadas de la presión de nuestro abdomen, incomodidad en un curso de psicología por la obligación de permanecer sentado durante horas con nuestra enorme barriga…

          Por cierto, una idea a reflexionar sobre la forma de abordar problemas de alimentación. Si para hacer dietas hace falta formación de dietista, ¿cómo es que de la alimentación de la mayoría de los núcleos familiares españoles se encarga una persona de la familia sin formación ninguna en nutrición? ¿Tendrá algo que ver eso con que una de cada tres personas muera por enfermedades cardíacas? ¿Podría una intervención sobre núcleos familiares funcionar mejor que otros intentos anteriores, apoyado por conocimientos de influencia conductual?

          Responder
          • Marina junio 12, 2014

            ¡Hola!

            Desde mi experiencia, a veces el problema es que identificamos las sensaciones desagradables como agradables… o como el fin de otras más desagradables aún. Por ejemplo, quien come para tolerar la ansiedad consigue hasta cierto punto mitigarla con la comida, incluso aunque después se sienta peor. A mí me ha ocurrido que después de un tiempo meditando ya no identifico como agradables sensaciones que antes me lo parecían, porque les presto más atención.

            Respecto a la nutrición de las familias… es un tema difícil y confuso, donde lo más cómodo es hacer caso a las corrientes mainstream, que muchas veces están guiadas por intereses industriales y bastante equivocadas. La intervención familiar, en una familia donde el problema afecta a todos, podría ser efectiva, imagino, aunque no tengo mucha información sobre el tema. Pero está claro que si el problema es de la familia, hay que tratar a la familia.

            ¡Un saludo!

  10. Ana junio 10, 2014

    Gracias por compartir todo esto que te esta pasando. El primer día que leí lo del burnout me quede flipada, porque yo pensé que estaba entra dos depresión pero era algo diferente y te leí y era como si estuvieras escribiendo por mi
    Gracias por este post. Estoy tratando de hacer menos desde el día que leí anterior post, pero me resulta tan difícil! Me paso el día exigiéndome a mi misma que debería hacer esto y lo otro y que estoy perdiendo el tiempo, etc

    El problema de decir no o apagar tus pantallas ¿como lo haces si tienes un trabajo de 8hr delante de in ordenador? Estoy pensando dejarlo e irme al paro y descansar…pero me da miedo entrar en depresión!

    Responder
    • Marina junio 10, 2014

      ¡Hola, Ana!

      Lo de las pantallas tiene que ver sobre todo con la multitarea. Si no tienes más remedio que trabajar con un ordenador, intenta concentrarte en una cosa cada vez, no vagabundear por Internet y descansar los ojos y la cabeza cada ratito.

      Dejar el trabajo e irse al paro es una decisión que depende de muchas cosas. En mi experiencia, para no deprimirse es importante tener nuevos proyectos, una estructura y cierta «seguridad» económica, porque la pobreza, lógicamente, deprime. Es una decisión delicada, pero enhorabuena por planteártela y no limitarte a seguir adelante, sin mirar las consecuencias que pueda tener en tu bienestar. Después de la época tan dura que he tenido últimamente en el curro, considero de vital importancia estar a gusto en el trabajo para conseguir algo parecido a la felicidad.

      Suerte y un beso!

      Responder
  11. Mª Esther junio 10, 2014

    Hola, soy nueva por estos lares y me viene muy bien tu toque de atención porque me estoy reinventando y tengo la casa mental patas arriba y me entran las prisas por querer cambiarlo todo y adquirir un montón de hábitos nuevos a la vez. Acabo de leer «El pequeño libro de la satisfacción» de Leo Babauta que dice ser: una guía para llegar a ser feliz con la vida y con quien eres mientras consigues hacer cosas. Él no estaría de acuerdo con tu frase de que hagas lo que hagas seguirás teniendo motivos para estar descontento, hay que aprender a estar satisfecho con lo que eres, tienes y la vida misma mientras intentas mejorar.
    Gracias guapa encantada de conocerte.

    Responder
    • Marina junio 10, 2014

      Quizá «descontento» no sea la palabra… lo que quiero decir es que siempre encontramos cosas para mejorar o metas que alcanzar… incluso aunque esa meta sea el minimalismo. Si no fuera así, Babauta habría cerrado su blog hace tiempo. Sí que estoy de acuerdo contigo en que es importante cultivar la satisfacción con lo que tenemos aquí y ahora, el sentimiento de «esto es suficiente». Le echaré un vistazo al libro cuando tenga un rato, porque parece muy interesante.

      ¡Gracias y un abrazo!

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  12. Albert junio 10, 2014

    Hola Marina,
    siempre que recibo un e-mail tuyo es una alegría y se que habrá algo interesante al otro lado del link, de momento ha sido así. Respecto al BE, prefiero volver a leerte 2 veces más. Pero creo que BE, a veces también le llaman la crisis de los 40, aunque no tengas 40, jejejejeje !!!!

    Mis felicitaciones, y creo que las cosas que te pasan y que me encanta que compartas, son muy habituales, lo que no todos somos tan valientes como tú, primero para admitirlas y luego para publicarlas.

    Un fuerte abrazo,
    Albert

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  13. marilo llorente junio 10, 2014

    Siento decir que este post me tranquiliza y reconforta porque después de tantos intentos, de tantas veces fracasar y pensar que no soy capaz de aprender nada, llegas tú y me dices que te pasa lo mismo, que todos somos iguales y que lo importante es seguir intentando ser mejor persona para no ser peor.
    En mi caso es la alimentación y la vida sana y una personalidad tipo «la cabra tira al monte» y me cabreo mucho pero nada, vuelta a empezar y listo.
    Me encanta que hayas vuelto

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  14. Aguakte verdekaki junio 10, 2014

    En primer lugar, enhorabuena por tu blog, me requete-encanta siempre que te leo! Quizá porque constantemente me siento identificada, por tus palabras y frases que siempre apunto en una u otra libreta, por el intento de aplicar cosas en la vida cotidiana. Con esto del burnout existencial, no puedo estar más de acuerdo, me parece incluso un término que viene que ni pintado. Y es que… yo también me siento así en estos momentos. Cansada de la vida, de lo que me rodea, de la gente, de la rutina o no rutina que se respira el fin de semana. Y por tanto, encerrada, sin saber muy bien como salir de ello. Me parece muy acertado lo de dormir más (en mi caso es fundamental), comer mejor (lo estoy haciendo) y hacer ejercicio (en ello andamos). Pero lo fundamental, «cerrar pantallas». Ese afán de intentar llegar a todo, creo que nos descentra de lo verdaderamente importante, que es estar con nosotros mismos, disfrutar de las cosas que nos rodean (pequeñas pero grandes a la vez). Seguiremos trabajando en ello!
    De nuevo felicidades por tu blog 🙂
    Besitos!
    De nuevo, felicidades, sigue con esto, ¡eres buena!

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    • Marina junio 10, 2014

      Jajaja ¡¡cuatro enhorabuenas!! ¡¡Muchas gracias!! Un abrazo.

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  15. EvaHC junio 10, 2014

    Hola Marina, soy nueva por aquí. De refilón caí y me gustó leer que diste con la piedra filosofal de «piensa que siempre algo te vas a perder» y aunque tenga connotación negativa, tienes la razón en cuanto hay que aprender a decir «no».
    Últimamente me he excedido centrándome únicamente en mis proyectos laborales; dejé de contestar al móvil y cuando me irritaba lo apagaba directamente. Además, cogía mis auriculares y me marchaba a trabajar al campo… Sí, cierto es. Las mejores ideas han sido recorriendo los caminos de mi pueblo.
    Un saludito bonita.

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  16. RSP junio 10, 2014

    Yo ando metida en algo parecido después de un curso agotador, por meterme en muchos proyectos y no ser capaz de cortar a tiempo, y lo peor es que no es la primera vez que me pase y me prometía mi misma no volver a caer en esto…
    Creo que la clave está en saber dosificar las energías, aunque personalmente no tengo muy claro como hacerlo, si me paso de actividad me agoto y si no llego me agobio… Eso y dejar de mirarse en el espejo de la vida de los demás (léase Facebook, Instagram y demás mandangas).
    Por mi parte voy a aprovechar el parón veraniego de algunas actividades para mimarme un poco y replantearme las próximas batallas, porque a todas asumamos que es imposible llegar¡

    Y gracias por tu blog, claro, directo y sin florituras. Me gusta.

    Un abrazo.

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  17. Caro chan junio 10, 2014

    Ohh si chica, andamos todos un poco quemaditos, y no por es sol precisamente (me mudé a londres hace un mesecito…sigue siendo Otoño, el otoño eterno….)

    Estoy agotada, me noto low batery, tengo una lista de cosas por hacer que no las consigo, me siento improductiva y ni me permito descansar, me autofustigo si lo hago o me pillo despistada, soy peor que una jefa «malfollada» jajajajaja

    Por suerte tengo un bosque cerca y voy a desfogar con las ardillas en cuanto veo que mi cabeza va a hacer boom…de hecho tu post es un toque de atención.

    Voy a cerrar esto y a descansar un rato.

    Me lo he ganado, y tú más!

    Chu!!

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  18. Alvaro Martinez junio 11, 2014

    Definitivamente eso le puede pasar hasta los que somos nuevos en esto de imbuirse en conseguir el desarrollo personal, económico, etc.

    No hay como vivir al paso de nuestras circunstancias… sí mas cuando es el momento, no menos cuando no lo amerite…

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  19. Juan Carlos junio 12, 2014

    «Disfruta de las pequeñas cosas que encontrarás enterradas en los enormes montones de mierda de la vida cotidiana» ME ENCANTAAAAA

    Me alegro de volver a leerte…Lo que saco de tu articulo es que estamos continuamente bombardeados por información…se supone que esto nos haria mas productivos y ¿felices?…La Era de la Información le llaman.

    Ultimamente me pregunto como se las apañaran toda esa gente que se encuentra en época de estudiar para no caer en las garras de la dispersión continua que supone el movil y la conectividad total. Como lidiaran con esa «ansiedad» por volver a revisar las redes sociales, correo, etc…y la verdad me resulta preocupante….supongo que el rendimiento académico se verá muy afectado. O quizás me equivoque y siendo una generación que ya ha nacido con un movil en la mano ya lo tengan mas superado.

    Un abrazo

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  20. Jorge junio 14, 2014

    Hola! Marina he leido alguno de tus posts (todos geniales, of course) pero este me ha llegado mas. Me pasa algo similar a lo que cuentas…aunque quizas, mas que «burnout» lo llamaria «agobio existencial»…en el sentido de que no me siento quemado, sino agobiado de querer hacer muchas cosas y ver que no me da tiempo ni de coña. No me siento cansado y sin ganas, pero si bloqueado y al final pierdo mas tiempo pensando que quiero hacer que haciendolo… Pero vamos, que increible el post, describes lo que nos pasa a muchos. Enhorabuena y sigue asi, que tu blog esta genial!

    Responder
  21. Marta (Galicia) junio 17, 2014

    Sí, sí, sí, a mí ha pasado (casi) eeexactamente esto el año pasado, algo de tiempo después de la mudanza a Madrid, que unido a otra serie de circunstancias personales desestabilizantes (entre ellas el trabajo), ha provocado que estuviese más agobiada que Epi y Blas en una cama de velcro, pero el burnout existencial suena mucho más elegante, así que me lo apunto. Ahora me río, pero la verdad es que lo pasé muy mal, al nivel de tu newsletter, que quise contestar, pero oh, sorpresa, no tuve tiempo. Creo que son muy buenos consejos los que das, o al menos eso fue lo que a mí me funcionó, y pienso como tú que en esta era digital estamos demasiado sobreexpuestos a cantidades ingentes de información que no es posible asimilar (y a veces ni siquiera es necesario). Y eso por no hablar del correo, facebook y demás, que hace que siempre estemos accesibles y resulta agotador. No sé tú, pero yo noto una diferencia brutal a nivel claridad mental los días que apenas paso tiempo en el ordenador o smartphone. En fin, que a veces es demasié pa’l body y hay que saber dejar ir las cosas. Un besote.

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  22. Ignacio agosto 1, 2014

    Pues si que ha tenido respuestas , Me ha venido muy bien hoy este artículo, .

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  23. a septiembre 16, 2014

    «Respecto a la nutrición de las familias… es un tema difícil y confuso, donde lo más cómodo es hacer caso a las corrientes mainstream, que muchas veces están guiadas por intereses industriales y bastante equivocadas. La intervención familiar, en una familia donde el problema afecta a todos, podría ser efectiva, imagino, aunque no tengo mucha información sobre el tema. Pero está claro que si el problema es de la familia, hay que tratar a la familia.»

    Me acabo de acordar hoy del comentario que puse. He bajado la guía del ministerio de sanidad para fomentar una alimentación adecuada en las familias y en el apartado de «¿Por qué esta guía?» dice que la investigación dice que el entorno de la familia es clave en la buena alimentación de las futuras generaciones. Te dejo el enlace por si quieres echarle un ojo… No estaba tan equivocado parece…

    http://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/promocion/saludJovenes/docs/alimentSaludGuiaFamilias_2007.pdf

    Un saludo

    Responder
  24. a septiembre 16, 2014

    Me acabo de acordar hoy del comentario que puse. He bajado la guía del ministerio de sanidad para fomentar una alimentación adecuada en las familias y en el apartado de «¿Por qué esta guía?» dice que la investigación dice que el entorno de la familia es clave en la buena alimentación de las futuras generaciones. Te dejo el enlace por si quieres echarle un ojo… No estaba tan equivocado parece…

    http://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/promocion/saludJovenes/docs/alimentSaludGuiaFamilias_2007.pdf

    Un saludo

    Responder
  25. a septiembre 16, 2014

    Perdona por duplicar el comentario, que es que la primera vez parecía que no se había subido. Sorry : )

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  26. Marek septiembre 20, 2014

    Muy buen post, me encanta su sinceridad y transparencia.
    Creo que mucha gente, generación Y o no, se enfrenta a esto pero tal vez la G.Y., gracias al acceso a mayor información está dandole más vueltas que nadie al proceso de buscarle sentido a su vida. Con sus pros y sus contras.

    Por cierto, seria muy interesante un post con los resultados de todas tus experiencias de la lista de arriba, incluso a modo de gráfico si quieres 😉

    Otro simil que te puede resultar interesante en lugar de «más quemado que la pipa de un indio» podría ser «más quemado que la moto de un hipi».

    Un saludo
    Marek

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  27. Peter febrero 13, 2015

    Hola Marina, muy buen post, se nota q escribis desde adentro y con mucha experiencia. Cai a tu página por Viviralmáximo, algo q recomiendo a todos leer. Me sentí muy identificado con vos, cuando comentabas que estuviste unos años trabajando en algo, que te sirvieron para darte cuenta que no querías trabajar de eso. Estoy en esa etapa de buscar lo q uno quiere, quien sabe viajar! Solo me tengo q animar. Muy lindo y completo tu Blog, repito que tenes una buena forma de transmitir tus conocimientos, sabes como simplificar las ideas y proyectarlas de una forma sencilla para que otro la entienda. Segui escribiendo, me da mucho gusto leerte. Saludos!!

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  28. Cristina Lorente marzo 8, 2015

    ¡Qué buena noticia que vuelva Psicosupervivencia! ¡La noticia buena del día!

    Enhorabuena Marina, me ha encantado el post. En-can-ta-do. Le has puesto palabras a lo que yo llevo tiempo sintiendo y no lograba entender. ¿Recuerdas que el otro día me comentabas que tengo el blog parado? Pues es por esto, porque estoy quemada de algunas cosas y por fin estoy cambiando mis viejos hábitos y estoy optando por relajarme, disfrutar, saborear y hacer las cosas porque quiero hacerlas y cuando me apetece hacerlas, no porque «tenga» que hacerlas. Me he dado cuenta de que he vivido mi vida en base a unas premisas aprendidas y aceptadas por la sociedad pero que no concuerdan conmigo. Ahora he decidido hacer un alto, respirar, y pararme a descubrir cómo quiero YO vivir mi vida, porque ya sé cómo se supone que hay que vivirla y eso no va mucho conmigo. Esas premisas me llevaron a un callejón sin salida y decidí darle una patada a la pared tipo Jim Carrey en El Show de Truman para descubrir cómo es el mundo más allá de los decorados en los que me he cridado. Así que ahora he decidido descansar porque lo necesito y me lo merezco y cuando haya recuperado las fuerzas saldré con ilusión a explorar el nuevo mundo. Eso sí, no me faltará tu blog en la mochila.

    Gracias por tu tiempo, tus palabras y tus conocimientos!!

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  29. janeth marzo 15, 2015

    Hola Marina, casualmente acabo de encontrar tu blog y tremenda sorpresa, escogo este tema para leerlo y es lo que esta pasando en mi vida en este momento. Tengo una crisis existencial, un bajon en mi vida, una falta de algo, y una urgencia de irme lejos, a donde? no se, pero lejos… Interesante lo de decir noooo, no lo habia pensado de esa manera pero pensandolo bien es un bien necesario, estamos tan atados al deber, a la monotonìa de hacer todo igual todos los dìas… Dios como no nos aburrimos de esto? o como podemos seguir asi… como puedo seguir yo asi? por lo menos ya me di cuenta de algo… Excelente tu manera de escribir las cosas….

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  30. Silvia marzo 25, 2015

    Muy buenas¡¡

    He encontrado tu página de rebote y resulta que al ver el concepto Burnout Existencial me he tirado literalmente a leer tu artículo jajajajaa y resulta que es algo que conozco muy bien¡¡¡

    Hace unos tres años me hice minimalista y eso me derivo a trillones de cosas más y como persona nerviosa que soy me apunte a un bombardeo de actividades, la información era mi Dios y me pasaba todo el rato planificando y haciendo como si me fuera a morir en dos dias jajajaja

    Claro, llego un dia en que mi cabeza hizo STOP, y estuve medio año con lo que yo consideraba un cansancio extraño-pequeña depresión que derivaba a mis estados vagos. Tiempo despues me di cuenta de que habia quemado el fusible de mi cabeza y que necesitaba espacio para la dispersión y el NO HACER y aunque sigo sitiendome mal a veces (gracias sociedad hiperactiva) me obligo a disfrutar de mirar por la ventana sin más.

    Asi que mi enhorabuena por el post y por los consejos que das que me parecen muy acertados.

    Muchos saludos, una nueva lectora.

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  31. Rocio abril 1, 2015

    Me sentí identificadísima con esta frase: ¿Quemada? ¿YO?¡Pero si no estoy haciendo NADA! ¡Si mi problema es precisamente la inactividad! Lo que soy es una vaga estúpida que nunca llegará a ninguna parte y acabará sus días en un estercolero. Pero ¿quemada? Venga ya.

    ¿Segura que no me la has escuchado y copiado? jajaja. Me gustó mucho el post, porque me hizo reflexionar sobre eso: se puede estar quemado haciendo «nada». Es más, se puede estar MAS quemado haciendo «nada», porque tenemos todo nuestra energía dedicada a la NECESIDAD de hacer algo.

    Gracias por el blog 🙂

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  32. perla junio 24, 2015

    Hola, la verdad esque leí tu blog de pura casualidad(o quién sabe), no sé ni cómo llegue hasta aquí, pero me encanto, le diste un nombre a lo que no sabia si era principios de depresion o que mierda quizas, bueno aqui lo encontré, lo vuelvo a decir, me encanto! Gracias por escribir. Besosy saludos desde iquitos,Perú

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  33. Mara marzo 15, 2016

    Hola buscando información sobre Estados ansiosos, y de cansancio, por monotonía, estancamiento laboral..pues di con tú blog. Me ha gustado el planteamiento. Yo he pasado un poco por todo desde este verano..me siento cansada, y he intentado también ponerme en NO, hacer cosas más relajadas, empecé pilates, caminar más por el campo, meditar, dejar un poco las redes sociales, oír más música, seleccionar lecturas, comer sano sin obsesiones..pero pierdo más peso q cuando estaba con dietista y estrenada..curioso.
    En fin pero tengo muchos cambios..paso de cansancio, a apatía, desilusión, otros ansiedad, angustia, poca paciencia.. Tengo hoy 47 años, sin pareja desde 6, vivo con mi madre, no puedo sostener mi economía para vivir sola, y a veces es complicado..quiero cambios, y a la vez asustan, y de vuelta a la ansiedad, además la crisis ha hecho mucho daño al ánimo, y da miedo dejar un trabajo, aunq sea precario..por no se sabe qué.. Y si durará.. Así me hallo. Y pensando q puedo volver a tener una pareja, pero con dudas porque me dejo por otra él q pensé amor de mi vida, y lo pase muy mal..luego me siento limitada..estoy con mi madre, y no estoy mal, pero una parte de mi quiere volar y otra se agobia porque si no estoy ella no podrá con todo..tengo una buena crisis existencial, y por otro lado se q hay q ser realista, y hay gente mucho más agobiada, estresada, o infeliz que yo.
    Me he comprado algunos libros de mindfulness, y me gustaría algo de terapia cognitiva creo q tengo varios frentes, y sola cuesta desenredar la madeja y retomar el camino. Saludos y seguiré leyendote

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  34. BIANCA mayo 26, 2016

    HOLA, GRACIAS POR ESTE SUPER ARTICULO…. POR TIEMPO Y ESPACIO QUE VIVO EN MI PAIS VENEZUELA, HEMOS CAIDO EN ALGUNAS CRISIS EXISTENCIALES Y LEER ESTO HA LLEGADO TAN OPORTUNO ES VIEJO DGAMOS EL ARTICULO PERO TAN ACTUAL.

    ES MUY LAMENTABLE LO QUE VIVIMOS AQUI YO SOY ARQUITECTO Y ACA CADA PERSONA SE REINVENTA CON MILES DE DIFICULTADES Y ME ATREVERIA A DECIR QUE DESARROLLAMOS MUCHOS ASPECTOS QUE OTROS NO BIEN SEA POR SOBREVIVIR, POR NO DESISTIR O POR SIMPLEMENTE CREER EN QUE PODEMOS MEJORAR Y REINVENTARNOS… NO FALTA LA SONRISA Y EL ABRAZO DE ANIMO PERO SI QUE HEMOS VIVIDO ESTO… MIL GRACIAS POR SIEMPRE YA LO HE LEIDO PAR DE VECES PERO ESTA NOCHE DECIDI ESCRIBIRTE PARA AGRADECER TU ESMERO Y DEDICACION NENA!

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  35. papaprimerizo marzo 15, 2017

    Hola Marina! Llevaba unos días cansado, muy cansado, tanto física como mentalmente hasta que al final caí enfermo con una buena gripe con su fiebre, dolores y demás (ahora ya me encuentro mejor).
    Y hoy, de repente, me acordé del burnout y de tu blog. Creo que ha sido porque nunca había oído esa expresión hasta que la ví en tu web.
    Así que he aprovechado para pasar por aquí, releerte y saludarte claro.
    Muchas gracias por tus reflexiones y por todos los ánimos que nos das.
    Un abrazo

    Responder
  36. Lit1s febrero 17, 2018

    Hola Marina! Me encantó este post cuando lo leí hace ya un tiempo, sobre lo de sentirse «quemao de la vida», que tantas veces he oido, similarmente, con palabras muy distintas… Genial, muy constructiva y esclarecedora tu explicación particular! 🙂

    Casualmente hoy mismo, he tomado contacto, del todo novedoso! con una idea del filosofo Kierkegaard: el «mareo de libertad», o el miedo y angustia que nota mucha gente, al asomarse a un precipicio, por la «libertad» que se siente ante la posibilidad de saltar!… Uf, yo mismo, inconscientemente, lo he sentido muchas veces!… Ahora cuando lo vuelvo a sentir, ya se porqué es!.. 😀

    Y me estaba dando cuenta, intuitivamente, de la relación entre estas dos ideas… y este punto estoy! y me voy a dar un paseo y a tomar una cerveza de pensar!… ;-D

    Responder

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