Lo que escribir te enseña: empezar

Lo que escribir te enseña: empezar

Como ya expliqué en el post introductorio de esta serie sobre escritura, creo que escribir es útil porque permite practicar a pequeña escala los aprendizajes que podemos aplicar después en la vida real (por otra parte: ¿es escribir “vida real”? Para mí, los momentos que paso frente al teclado son bastante más reales que algunos de los demás). Ahora tengo que confesaros algo bastante humillante y que quizá hayáis podido deducir de mi parcial silencio estas últimas semanas.

Tengo Bloqueo del Escritor.

Mentira.

Tengo una pereza mortal. Pereza del Escritor, que suena mejor.

¿Por qué?

Supongo que porque es agosto, estoy atrapada bajo el inclemente sol madrileño y el amor me requiere mucho esfuerzo mental. Porque en un par de semanas me mudo otra vez al sur y no veo el momento de largarme. Porque me cuesta construir una rutina que voy a desmantelar en breve, como la gente aquella de la secta que anunciaba el mundo cada dos por tres y que nunca terminaba de arreglar sus casas.

El problema es que a mí no escribir me hace muy infeliz. Me convierto en media Marina. En mi caso, creo que tiene que ver con que es mi forma de procesar el mundo, de generar ideas y de crear belleza (o su sucedáneo) para poder contemplarla luego.

Así que estoy luchando contra esa pereza horrible porque sé que escribir me va a hacer bien. De momento, va ganando ella.

Hace algún tiempo leí que algo que tienes que asumir como escritor es que ninguno de los temas que elijas antes de empezar a escribir te parecerá bueno. Tienes una lista de propuestas que has ido anotando en una libreta, o una bonita colección de notas en Evernote, y cuando te sientas delante del teclado ninguna de ellas te parece buena. Escoges una entre gruñidos. Escribes una palabra y la borras. Escribes una frase y la borras. Escribes dos, tres frases. Te levantas a hacerte un café. Escribes algo más, lo lees, te parece una basura y eliminas el archivo por miedo a morir de un infarto, que alguien investigue tu ordenador, que lean lo que acabas de perpetrar y te entierren en una fosa común.

O quizá soy solo yo.

Hay muchas razones para no querer escribir, igual que hay muchas razones para no querer hacer la mayoría de las cosas. No tener ganas de es casi un estado por defecto para la mayoría de los humanos. Yo puedo racionalizar mi Pereza del Escritor: que si el calor, que si Madrid, que si después de tanta soltería consciente tengo derecho a relajarme un poco y acurrucar mi hueca cabeza en el cuello de mi chico. Los pacientes del hospital de día donde trabajo también racionalizan sus excusas cuando no vienen. Me encontraba mal, no funciona el metro, tenía que ayudar a mi madre a vaciar los armarios, me han robado el abono transporte y tengo ampollas en los pies de andar (verídico).

Escribir es incómodo, sobre todo cuando uno empieza. No sé por qué, aunque tengo mis teorías. Hoy, por ejemplo, llevo una hora sentada en la cafetería de La Casa Encendida. Pablo me ha arrastrado aquí antes de irse y me ha hecho prometer que le mandaría algo nuevo esta noche. Llego, pido un capuccino de soja y le envío por whatsapp una foto de la bonita taza junto al teclado. “Nice”, contesta él, muy supportive. Respiro hondo, estiro los dedos y me paso una hora seguida leyendo blogs.

Bravo, Marina.

Mi teoría es que es mucho más sencillo pasar una hora leyendo blogs, con la atención fácilmente enganchada en información masticable, que sentarme, volver hacia dentro los ojos de mi mente y escuchar a esa patata amorfa que tengo por corazón. Porque quizá en mi corazón hay cosas horribles, o quizá (peor todavía) no hay nada. Cuando reúno la fuerza de voluntad suficiente como para cerrar el explorador, desconectar la wi-fi y abrir el procesador de textos, me paro un segundo. Miro a mi alrededor. Respiro. Estar atento, verdaderamente atento, y en silencio frente a uno mismo, requiere esfuerzo.

Sin embargo, he escrito este texto prácticamente sin parar. Es decir, que comenzar a escribir es el paso más complicado, como en prácticamente todo. Un escritor novato no sólo se encuentra con la pereza, por supuesto: también tiene que superar los obstáculos del perfeccionismo, la autocensura, el no saber qué decir, las dificultades cuando uno compara lo que tiene en su cabeza con lo que sale de sus dedos. Reconozco que yo tengo el hábito mucho más automatizado, y una vez que empiezo, seguir no es difícil. Aun así, dar ese salto mortal desde la pereza a la actividad es universalmente duro.

La primera lección de la escritura es empezar. Cambiar de la inactividad a la actividad, del miedo y las excusas a encontrarse inmerso en el acto de escribir. De decir que quiero hacer algo a estar haciéndolo.

¿Qué consejos puedo dar para empezar? Yo qué sé. Después de veinte años escribiendo, mi novio tiene que traerme a rastras a una cafetería y chantajearme emocionalmente para que me ponga a ello. Me estoy acordando de un niño al que vi en consulta hace un par de años. Le costaba muchísimo ponerse a hacer los deberes. “Tienes que ser como un samurai”, le decía yo. Después ponía voz profunda y cara de sensei japonés. “Dudas y excusas surgirán en tu mente, pequeño saltamontes. Pero tú debes sacar la espada de tu voluntad y cortarlas en dos.” El niño se partía de risa, pero sigo pensando que es el único consejo válido. Simplemente hacerlo. Simplemente escribir. El momento de dificultad entre la pereza y la acción es microscópico y cósmico al mismo tiempo. Tienes que absorberlo por completo, tragártelo como un jarabe amargo y después seguir.

Empieza ahora. Observa que no te pido que escribas un buen rato, ni que dejes fluir tus pensamientos liberándote del censor interno. Dejemos eso para la siguiente lección. La única tarea para hoy es empezar. Puedes escribir un párrafo sobre uno de estos temas:

  • Las flores: cortarlas, plantarlas, regalarlas, recibirlas.
  • Tu primera carta de San Valentín.
  • Agosto no es para los débiles.
  • Algo de lo que me arrepiento y que nunca confesaría.
  • La lluvia.
  • Tu mejor experiencia sexual. O tu primera experiencia sexual. O tu única experiencia sexual.
  • Los besos.
  • Las palomitas de maíz.
  • La siguiente frase, que es el comienzo del último relato de El vino de la juventud, de John Fante: “Cuando Julio Sal encontró el amor, no estaba preparado”.

Escribe un párrafo y párate. Mañana haz lo mismo. Y al otro, y al otro. No estás practicando escritura: estás practicando comienzo, acción, antiprocrastinación. Después de eso, párate y ponte a hacer otra cosa. Si tienes ganas de seguir, conténlas; espera un rato, hasta que vuelva a darte pereza, y después avanza con otro párrafo. Fortalece poco a poco el músculo de tu voluntad.

Si te animas con el ejercicio, puedes publicar tu Párrafo Heróico o PH en los comentarios. Ahí te esperamos 🙂

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11 comentarios
11 comentarios
  1. Cigi agosto 1, 2013

    Ya está escrito el primer párrafo (y último, la historia no tiene continuación)….pero no lo pondré aquí, es muy personal :-D.

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  2. Caro chan agosto 2, 2013

    Lluvia!La que cayó anoche refrescando el ambiente de madrugada y arrastrando por la ventana ese olor terroso tan rico…hasta que me acordé que habia lavado el coche 2 dias atrás…ahí se esfumo la magia!XD

    Cuando llegue a mediodia escribire mi parrafo…lo de publicarlo ya me da mas cosilla, pero quien sabe?

    Te he echado mucho de menos, pegale una patada samurai a la pereza más a menudo, porfaaa!!

    Chu!!

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  3. Marta (Galicia) agosto 2, 2013

    Qué razón tienes con eso de la pereza, sí que creo que es universal, no sólo para el hábito de escribir. Al menos a mí también me pasa, sé que en realidad me conviene hacerlo, y me divierte una vez empiezo, pero vencer la pereza a veces es MUY complicado y doloroso, así que felicidades.

    Por otro lado, ya estoy de vacaciones y también quedé hasta las narices de Madrid, muy contenta por estar al fin un mes seguido en otra parte, pardiez. En septiembre cuando vuelva intentaré darle otra oportunidad a la ciudad, a ver. No sabía que ya te marchabas en dos semanas, es una pena que no nos hayamos visto.

    Un besote.

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  4. alejandro agosto 3, 2013

    Es cierto, al principio todo cuesta pero cuando te pones, no paras! Ánimo que se te echa de menos por estos lares! También descansa entre tanto! Siempre tienes historias que te ocurren en el día. Besos!

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  5. Isabel agosto 5, 2013

    Me identifico pero es así… lo único que puedes hacer es empezar de una maldita vez. Lanzarte a ello y no escuchar las vocecillas que te dirán que lo puedes dejar para después!
    Yo me había propuesto escribir cada día de cualquier cosa, lo que surgiera sobre la marcha, ni siquiera ponerme la meta de que tuviera que ser contenido para el blog o algo así… pero la verdad es que lo he hecho algunos días y después lo he ido dejando también. A pesar de que es una terapia buenísima. ¡He de volver a ello!

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  6. Mi PH (Els) agosto 5, 2013

    Han conseguido traspasar todos los límites espacio-temporales que conozco. Sencillas, económicas, sanas,¡ y no manchan! No se puede ser más perfecto. Su mayor rival, los gusanitos, no le llega ni a la punta del grano. Además de ser comerciales y españolitos sólo triunfan entre los mocosos.

    No puedo evitar imaginarme la vida de quien las inventó. Después de escaquearse de cosechar para perecear un poco junto al fuego, se le caen unos granitos en la olla, la cual tapa apresuradamente para que nadie se percate. Cuando llega el jefe de la tribu escandalizado por el ruido, abre la tapa y MAGIA: aparecen esponjosas perlitas y es nombrado chef honorario. Son mis escasos conocimientos históricos lo que le otorgan el mérito a un indio americano y mi influencia Disney la que le pone la cara del padre de Pocahontas. Más tarde, han logrado saltar hasta Europa y aparecer en salas de cine con los últimos avances tecnológicos con las películas 3D. No pasan de moda, de hecho van más allá de la moda.

    ¿Mi manera preferida de comerlas? En crema de verduras o cevichocho a modo de picatoste. No puedo negarlo. I love popcorn.

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  7. José Luis agosto 11, 2013

    Para los que no escribimos, hacerlo supone un verdadero esfuerzo, no sólo mental sino de «que lo que escriba» sea en cierto modo interesante creo que en el término medio esta la virtud y dicho esto. Saludos jejeje.

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  8. Anduriña agosto 23, 2013

    AGOSTO NO ES PARA LOS DÉBILES
    Ni para los nostálgicos ni para los poetas, ni para los que vamos a dejar un país para volver de nuevo a casa.

    Y es que pasarse Agosto entero soñando despierto trabajando 8 horas delante de un ordenador nadie ha dicho que sea tarea fácil, en mi caso se convierte en una batalla conmigo misma y mis locuras.

    ADMITÁMOSLO, me he pasado el mes entero trabajando planificando como va ser mi nuevo año, porque yo no soy de las que comienzan el año tras el cotillón de noche vieja bailando la vaina loca como si no hubiera mañana, no se señor,para mí el año comienza el uno de septiembre, esto es así.

    Pero SEPTIEMBRE se acerca son su olor a sábanas recién lavadas…

    ME MIRA , LE BRILLAN LOS OJOS. Me propone ir a MARTE a beber RUSSIAN WHITE debajo de un cocotero bailando danza balinesa, pero Marte está muy lejos y yo soy una chica de placeres sencillos y sueños complejos y claro, ME ENAMORO, y cuando me enamoro ya sabemos lo que pasa, me entra el mal del CÓLERA y se me ROCKEA la cabeza, me teletrasporto fuera de cualquier eje-espacio temporal y asi no hay quien planifique nada.

    Ah, espera, que estábamos hablando de Septiembre..

    Septiembre no es para tomarselo a broma, LAS COSAS se ponen muy serias, como canta Vetusta Morla «brindamos por un año más, un año menos que dolerse de esta herida y esta luz»; no me quiero poner trágica pero esto es un asunto que dejar a la ligera. Probablemente como yo como tengas muchos planes, te hayas propuesto metas, fijado nuevos retos, y comienzas con ganas, motivado pero al poco TE VIENEN DEMASIADO GRANDES y renuncias…

    Never give up

    Si esto es lo que te pasa, NECESITAS UN PLAN (Sí como lo oyes, no uno cada tres días y otro para los días de fiesta, con uno sencillo basta). LA AQUÍ FIRMANTE que es una chica de palabra es exactamente lo que se encuentra haciendo a 48 horas de volver a su adorada España, con el sonido del mar y el olor a CHIRINGUITO castañeando en su cabeza, para disfrutar de la que probablemente sea su ÚNICA SEMANA DE VACACIONES del año y vete tu a saber si de dos… ¡te lo dije! tenemos 20tantos y no esta la cosa como para quedarse en casa viendo Gandia Shore ¿acabo de escribir GS?¡OMG! nunca, never, endexamáis! caería tan bajo este blog, ¿un momento…? ESTOY DIVAGANDO OTRA VEZ????!

    Esto es exactamente lo que nos pasa, el día a día nos tiene preparadas tantas sorpresas que terminamos perdidos, trazamos planes, pero la VIDA CONFORT nos RETIENE y con sus abrazos/garras y tira de nosotros tan fuerte que termina por no dejarnos avanzar, por eso que hay que tener muchas ,repito y subrayo, muchas GANAS para SALIR de esta espiral y no volver jamás al punto 0. Hay que trabajar duro. Y si no eres de los que ves la vida como un viaje, como una increíble aventura para crecer, para dejar huella y hacer la vida un poquito más feliz a los demás no se que fuck*** haces leyendo este blog.

    A lo que estábamos, si de verdad quieres avanzar, NECESITAS un PROJECT MANAGER particular (sí, has leído bien) que no es otro que tú mismo.

    Llegados a este punto de la conversación, para evitar caer en «consejos vendo pero para mí no tengo» he de confesarte que aquí me encuentro yo, en esta tarde-noche tipical Northern Ireland a apenas una semana de que llegue tan ilustre mes, batalleando (¿este verbo exite?) con mi plan trimestral inspirándome nada más y nada menos que en los planes de objetivos mi empresa, ¡toma ya! y es que TÚ ERES TU MEJOR EMPRESA, dicho esto alto y claro allá van 3 sencillos consejos para DESATASCARTE.

    1. TÓMATE EN SERIO
    2. TRABAJA DURO
    3. Vuelve al paso uno

    Sí has leído bien, este es un blog sobre vida sencilla y todo lo que tienes que hacer para mejorar, para salir de ese agujero que te tiene aprisionado es tomarte en serio. No hay formulas mágicas
    NADIE
    VA
    A
    SOLUCIONAR
    TUS
    PROBLEMAS
    EXCEPTO

    APASIÓNATE

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  9. Mario septiembre 5, 2013

    ¡Recuerdo que este post me encantó!

    De hecho fue el empujón que necesitaba, lo que me hizo escribirte a tu mail preguntándote por el tema de hacer un blog, contándote mis dudas al respecto… en fin, que finalmente me lancé a por ello :):):)!

    También me dijiste que te avisase cuando empezase, así que lo prometido es deuda: http://psicologia-mundana.blogspot.com.es/

    Espero recibir noticias tuyas sobre qué te parece y si según tú (o cualquiera de tus lectores je) hay cositas mejorables 🙂

    Pues eso, estamos en contacto. Y espero que puedas retomar tu escritura pronto, que se echan de menos tus entradas! Un abrazooo

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  10. Karina mayo 5, 2014

    Esta es la historia que me surgió de sopetón, sin pensarlo demasiado, sin demorar en ella más de unos minutos… me disculpo so parece trivial, simple o si no agrada, es la primera vez que publico algo que escribo y nunca he estudiado nada relacionado con la escritura… solo me gusta, me apasiona hacerlo aunque me autocritico fuertemente

    Escogí Agosto no es para los débiles y dice así:

    Estoy sentada con el ventilador mirándome fijo, con las gotas del agua que me salpiqué como si fuera una flor recorriéndome el cuello y cayendo, simplemente cayendo sin que importe donde…
    Es que en agosto hace un calor que te derrite los huesos… piensas que vistiéndote con menos ropa lo alivias PERO ES MENTIRA! Piensas que tomando mucha agua tardaras mas en asfixiarte, PERO NO ES CIERTO!!! Lo único real (como que el día es el día y la noche es la noche) es que en Agosto hay un calor que no es para los débiles. Coño que siempre dicen que la naturaleza es sabia pero durante unos meses de verano nos pone a prueba año tras año para comprobar que realmente la humanidad continúa evolucionando… Y encima nos demuestra que toda la culpa es nuestra por el tema de la contaminación atmosférica, el hueco en la capa de ozono, los desechos y la falta de cuidados ambientales… Aunque les digo, la realidad es que a mucha gente no le importa esto, claro… (como ser conscientes de ello cuando otros grandes problemas atormentan tu mente…)

    Volviendo al calor, me quita el hambre, me empucha el estómago por tomar tanta agua y de pronto, así por azar encuentro la solución a todos mis problemas: Necesito aire acondicionado.
    Yo no tengo, si tuviera no estaría sentada con mi lindo ventilador de control remoto mirándome fijo a la cara medio amenazante… eso sí, hay muchos cafés y sitios que cuentan con este sofisticadísimo invento que nos abraza en su seno y nos ayuda a respirar suavemente… Por tanto me voy vistiendo a toda velocidad para salir y colarme en el primer chiringuito que me encuentre, incluso aunque para refrescarme esto implique algún gasto económico…!

    Estoy convencida que por estos parajes incluso el mejor cocinero del mundo si no monta su negocio con un buen aire acondicionado (de suficientes kilogramos) no tendrá éxito en su proyecto..!!!!

    Camino unas pocas cuadras y me cuelo en un café ATESTADO de personas que hablan a todo volumen pero aun así con un exquisito y reconfortante aire fresco, casi frio…
    Solo había una mesa vacía, me abalanzo sobre ella como un perro sobre un hueso y me siento.
    Pido un café cortadito, el café es una de las bebidas que más disfruto cuando me rodea el frío, así me creo mejor la ilusión de bajar mi temperatura corporal aunque solo sea por un rato..(claro, también pido café porque soy una adicta sin escrúpulos de esta perniciosa bebida..!)
    Cuando comienzo a relajarme y sentir que esa era la felicidad y que soy fuerte y valiente por encontrar tan maravilloso placer nada más y nada menos que en Agosto interrumpe mis pensamientos un PRECIOSO muchacho para pedirme (educadísimamente) sentarse en mi mesa porque todas estaban llenas…

    En esta, que es la mejor parte de la historia no voy a entrar en detalles… sucedió todo lo que puedan imaginar: conversación, sonrisas, luego carcajadas, una química perfecta y casi amistad desde el primer momento… sin conocernos y sin saber prácticamente nada sobre nosotros las conversaciones fluyeron hasta el punto en el que nos vamos juntos, así que al cabo de un rato volvemos a salir a la calle ruidosa, polvorosa, calurosa y sudada sin que ninguna de estas circunstancias afecten nuestra psiquis, en realidad sin que ni siquiera lo notemos. El resto de la historia de amor sin final la dejo a la imaginación de ustedes… Lo realmente importante es que ahora sí le habíamos vencido realmente a agosto… agosto no es para los débiles, es para los atrevidos, los enamorados, los optimistas!

    Que bien por la naturaleza que nos pone a prueba a cada instante, a toda hora, en todo momento

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