Empieza a disfrutar de la vida aquí y ahora

Ayer hablaba con una paciente de que a menudo tratamos la vida como si fuera la tómbola de Marisol: compramos tickets, nos toca un premio pequeño y en lugar de ir a canjearlo ahora, ya, decimos «no, mejor voy a esperar a ver si puedo acumular más tickets y llevarme ese televisor de plasma que hay en la parte de arriba». Después pasa el tiempo y a veces se pone a llover y te tienes que ir de la feria, a veces la tómbola cierra porque los dueños son unos timadores, y a veces ganas el televisor de plasma y te hartas de él a los dos minutos.

De la misma forma, parecemos empeñados en no canjear las pequeñas oportunidades de disfrutar, de apreciar lo que tenemos, de sentirnos satisfechos aquí y ahora, y en vez de eso esperamos a los Grandes Premios™: «cuando saque plaza en la oposición», «cuando me case», «cuando mi hija nazca sana y salva». Y después esos premios no llegan, o no nos dan el mismo disfrute que habríamos logrado jugando con todas las baratijas que nos hemos dejado por el camino.

En realidad, esto son obviedades. Todos queremos disfrutar más del aquí y el ahora. Lo que pasa es que no sabemos bien dónde está el problema. ¿Por qué pasamos la vida esperando al televisor de plasma? ¿Por qué incluso en esos breves momentos en que queremos atrapar ese disfrute efímero, se escurre enseguida y solo deja paso a preocupaciones y comederos de coco?

He aquí unas cuantas razones:

  • El enredo mental nos tapa la vista: si tus pensamientos son una maraña de hilo, y esta maraña está pegada a tu cara y tapándote los ojos, no puedes disfrutar del aquí y del ahora porque no lo ves.
  • La emociones nos arrastran: no puede haber disfrute cuando me carcomen la ansiedad, la angustia y la desesperación.
  • Tenemos un concepto erróneo de qué es «disfrutar de la vida»: pensamos que, en el estado mental apropiado, las emociones chungas desaparecerán y solo sentiré placer, y cualquier otra experiencia es desaprovechar la vida y ser defectuosos.
  • No nos hemos dado cuenta de que la acción con sentido es fundamental para apreciar el aquí y el ahora: no empleamos nuestros momentos con intención, y al final la vida se queda vacía.

Hoy te traigo una mini-fórmula para empezar a cambiar tus hábitos mentales. Hasta ahora, lo más probable es que fueran algo parecido a esto: aparecen pensamientos/emociones perturbadoras ? me angustio, les doy vueltas, me bloqueo,me escapo ? me paralizo, no actúo ? me pierdo la vida.

En lugar de eso, te propongo que cuando aparezcan estos pensamientos y emociones difíciles, pruebes con los siguientes pasos:

  1. Nota: date cuenta de qué estás pensando o sintiendo en tu cuerpo. Puedes poner nombre a las historias de la mente (por ejemplo: «ya está aquí otra vez la historia de nunca me van a ir bien las cosas en la vida«), y puedes tratar de dar forma física a las sensaciones (una pelota negra en el pecho, un nudo de cuerda en el estómago..).
  2. Crea espacio: permite que tus pensamientos floten por un momento en tu espacio visual, como si fueran una pancarta que ondea al viento a unos palmos de tus ojos. No trates de analizarlos, no discutas con ellos, no entres en su conversación; simplemente, deja que estén ahí. Después ve de nuevo a tus sensaciones y trata de imaginar que puedes agrandar tu cuerpo alrededor de ellas, como si fueras un bizcocho levando dentro del horno, o un globo que puedes inflar con aire.
  3. Aprecia: encuentra algo que puedas apreciar, aquí y ahora. Prueba con algo que esté al alcance de tus ojos: el solecito que entra por la ventana, el café que estás tomando, el hecho de que tengas tuberías dentro de tu casa y no te haga falta sacar tus excrementos con un cubo .
  4. Actúa (pequeño): pregúntate qué puedes hacer aquí y ahora que signifique avanzar un poquito hacia la persona que quieres ser. No tienes por qué levantarte y ponerte a escribir una novela; puede ser, simplemente, escuchar a la persona que tienes delante y decirle una palabra amable; puede ser fregar unos cuantos platos de la cena, aunque te dé pereza; puede ser tratar de estar presente en el paseo tan bonito que estabas dando.

Esto no es una solución instantánea, porque el objetivo no es eliminar tus pensamientos y emociones, sino cambiar tu forma de relacionarte con ellas. Quizá al principio sientas que el ejercicio es artificial, que puedes pensar en apreciar algo pero no sientes nada distinto. Dale tiempo y céntrate en tu intención: es probable que las emociones cambien, e incluso si no lo hacen, tú estarás actuando para ser la persona que quieres ser.

Recuerda también que estás tratando de construir un hábito mental, es decir: no se trata de hacerlo una vez y esperar que tu vida cambie, sino de repetir una y otra vez hasta que tu mente adquiera la costumbre de no reaccionar siempre con preocupaciones, juicios y enredos, y en su lugar puedas parar, dar espacio y disfrutar de lo que tienes delante. Se parece a tratar de mejorar tu postura: no basta con enderezar la columna una vez, sino que tienes que repetir el gesto cada vez que te das cuenta de que te has encorvado, hasta que tus músculos se fortalecen y tu cuerpo aprende una manera nueva de estar en el mundo.

Sé paciente y persistente, y con el tiempo te darás cuenta de que no te hace falta televisor de plasma, porque ya estás viendo tu vida cotidiana en un continuo tecnicolor.

[Fuente de la imagen – si es tuya y quieres que la retire, avísame]

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14 comentarios
14 comentarios
  1. Alex mayo 24, 2018

    Darle tiempo y al mismo tiempo estar presente en la acción, es una combianción que a veces cuesta cojerle el punto, pero para ello tenemos todas esas herramientas que nos ayudan en el día a día (SRAA!!)

    Muchisimas gracias por este artículo, esta genial recordar todo esto. Como siempre muy utiles los ejemplos!

    Mucho ánimo a ti y a tu okupa! Ya verás que en na de na estaís recorreteando como dos felices Jipis!

    Un abrazo enorme!

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  2. Pablo Aller mayo 24, 2018

    Como el burro al que le ponían delante una zanahoria atada a un hilo atado a un palo que sostenía el que iba encima del bicho. Últimamente me viene a la cabeza una frase que se repite: «Algo no va bien y no sé lo que es». ¿Puede ser que nuestra mente nos envíe mensajes cifrados? La mía me está tirando los tejos y no me doy por aludido.

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    • debora mayo 24, 2018

      me parece muy probable! Creo que es un problema que muchos tenemos. Sería ideal comentar por aquí que hacemos c/u para sobrellevarlo. Por ejemplo, yo algo que sé es que cuando pasa mucho tiempo sin que descubra qué es lo que va mal y mi mente sigue intentado que me caiga la teja, mi cuerpo empieza a sufrir. Dolores de espalda, de cabeza, de rodillas…

      Responder
    • Violeta mayo 25, 2018

      Una mente enamorada que se tira tejos… me encanta 🙂
      Sigue por ese camino, Pablo, que vas bien. Hay que quererse.

      Me ha hecho mucha gracia tu comentario, es genial.

      Responder
    • Violeta mayo 25, 2018

      Una mente enamorada que se tira tejos… me encanta 🙂
      Sigue por ese camino, Pablo, que vas bien. Hay que quererse.

      Me ha hecho mucha gracia tu comentario, es genial.

      Responder
  3. Antoni mayo 24, 2018

    Gracias, Marina, por compartir.

    Me encanta la metáfora que utilizas del premio «aparentemente» pequeño y el premio «aparentemente» grande, que utilizas para ilustrar el valor de cada momento, y no esperar lo que aún sólo es ilusión y expectativa.

    Vivir siendo vida, vivo aquí y ahora -lo único que existe- para mí tiene que ver con la radical aceptación del momento presente. Y digo «radical» en el sentido de ir a la raíz. Por mi experiencia, estar en el presente -una experiencia más allá del tiempo y el espacio- tiene que ver con soltar toda la carga del pasado y liberarte de toda expectativa de futuro, con la mirada de un niño que siempre contempla, atónito, curioso y con total entrega, todo lo que, instante a instante, va aconteciendo.

    No puedes estar a medias en el presente -como no puedes estar embarazada a medias-: o estás plenamente presente, o estás viviendo el presente con toda la vida pasada a tus espaldas, y los miedos al futuro en tu pecho… pero -que gran alegría- el libre albedrío siempre nos permite elegir.

    Pero, como todo en esta vida temporal, la Atención Plena puede ser practicada… tus consejos al respecto son valiosos y útiles. Gracias.

    Aquí y Ahora -lo único que realmente existe- siento gratitud por tu compartir y tu inspiración.

    ¡Recibe un cálido abrazo!

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  4. Roman mayo 24, 2018

    Excelente me gusto. Se lo voy a enseñar a mi novia. La semana pasada se tomo varias pastillas se intento suicidar. Su psiquiatra le dice que mindfulnes no es para ella. le hable de como la meditacion me sirvio para disfrutar mas del presente y de todos sus beneficios pero ella sigue anclada en el pasado o en el futuro negro.

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  5. jose david mayo 26, 2018

    Hola Marina como estas, bueno mira yo aca leyendo una y otra cosa como a walter riso a tania santz Ana yubalia y bueno todo por el desarrollo personal .contigo e aprendido un monton como los pensamiento hay que dajarlos traquilos en la mente y no meterse con ellos son como el youtube tu le pides un tema y te envia cien de los mismo.oye buen truco para tener rosas con petalos de diferentes colores. bueno un abrazote fuerte. y cariño para tu beybi. jose david.

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  6. pilarin mayo 30, 2018

    «El hecho de que tengas tuberías dentro de tu casa y no te haga falta sacar tus excrementos con un cubo.» -> ¡¡Me parto!! XD
    A partir de ahora cada vez que esté meditando pensaré en mierda literalmente para anclarme en el presente…¡no te lo perdonaré jamás!
    Como siempre, un post muy divertido y útil, gracias. 😉

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    • Marina mayo 30, 2018

      Confesión tope de repugnante: por la noche en mi casa no tiramos de la cadena, porque el baño está al lado de la cama y nos despierta, así que por la mañana… en fin… te puedes imaginar el panorama (pese a que solo son aguas menores) (ya advertí que era repugnante). La cuestión es que esa primera tirada de cadena matutina para mí es un momento muy guay de agradecimiento, de «fíjate qué fácil se resuelve este problema, qué suerte tengo». Me permite conectar con las cosas buenas. Moraleja: todo es cuestión de contexto.

      Abrazos, Pilarín.

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  7. Arturo junio 1, 2018

    Me voy a poner este articulo enmarcado en mi casa. Lo de la maraña de pelos, es como la maraña de pensamientos chungos que te paralizan y atenazan. Enhorabuena Marina, un articulo de lectura perfecta para hoye, que es viernes (Yuhuuu).

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  8. Jose junio 6, 2018

    Marina! Me ha encantado! El artículo desborda mucho optimismo. No suelo comentar los posts, pero es lo que necesitaba tras leerlo. Voy a compartirlo en mi blog, con tu permiso. Y, obviamanente, poco más puedo aportar o rebatir. Simplemente comentar que si, que solo existe ahora y que cuando nos demos cuenta que los demás no importa, y seamos conscientes de lo que necesitamos para ser felices, todo empezará a fluir y alcanzaremos nuestra plenitud. La pena es que es tan sencillo, y tendemos tanto a complicarnos la vida, que al final algo tan obvio se convierte en una odisea.
    Un saludo y gracias por el artículo.
    Jose

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    • Marina junio 18, 2018

      Comparte lo que quieras, por supuesto 🙂 Un abrazo, Jose.

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