Cómo viajar en el tiempo y evitar los errores del pasado

Si pudiera hablar con la Marina de hace diez años, le diría un montón de cosas. Que se relaje, que empiece este blog antes, que no hace falta que salga por las noches de fiesta si no le apetece y que tenga cuidado con determinados tíos.

Probablemente le daría una lista con nombres y caras, para que estuviera atenta.

¡Este es el bueno!

¡Este es el bueno!

Por supuesto, no puedo hablar con la Marina de hace diez años, ni estoy hoy aquí para decirte que he descubierto un vórtice espacio-temporal secreto que te permitirá arreglar tus errores del pasado. Pero sí que puedo hablar con la Marina del futuro, y quiero mostrarte cómo lo hago para que lo utilices si piensas que te puede ser útil.

¿Qué es una Carta Futurista?

La Carta Futurista es simplemente una carta o un mail que escribes para ti y que abres en una fecha determinada. Puede ser dentro de un año o dentro de cincuenta. Puedes utilizar papel y un sobre o mandarte un mail con FutureMe.Org.

¿Para qué sirve una Carta Futurista?

Escribirle una carta a tu yo del futuro tiene dos objetivos fundamentales: por una parte, pasarte información útil para recuperarla en momentos en los que te haga falta; por otra, devolverte el poder sobre tu propia vida aquí y ahora, ayudándote a contar tu problema de forma distinta, a buscar soluciones y a abandonar la posición de víctima.

Te cuento un poco más sobre cada uno de los objetivos.

Objetivo 1: aprender tus lecciones una sola vez

Seguro que has oído que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Es mentira: mi gata Kalimera también comete los mismos errores una y otra vez, como venir corriendo cuando agito su tarro de chuches gatunas sin darse cuenta de que lo que quiero es cortarle las uñas. Pero es cierto que los humanos, con nuestro elegante cerebro de primate, caemos muchas veces en las mismas trampas.

Por ejemplo: juras y perjuras que no te vas a volver a enredar con un tipo que no quiere comprometerse, y lo ves clarísimo cuando vas llorando por las esquinas y tienes el corazón roto. Pero después aparece un nuevo maromo, con los ojos más bonitos y la voz más melosa que el anterior, y piensas que solo se vive una vez y que a nadie le amarga un dulce.

O te prometes que el próximo cuatrimestre, esta vez sí que sí, vas a empezar a estudiar mucho antes y no vas a dejar que te pille el toro dos semanas antes de los exámenes.

O te pones una fecha límite para dejar esa relación que no te conviene… pero cuando llega, has perdido toda tu determinación y tu fuerza de voluntad, y decides darle «otra oportunidad».

O les compras plutonio a unos terroristas y piensas que no va a pasar nada malo

O les compras plutonio a unos terroristas y piensas que no va a ocurrir nada malo

¿Te ha pasado? A mí sí. La razón es que nuestra fuerza de voluntad, como ya sabes, es finita y depende de muchos factores: el cansancio, las emociones, la compañía e incluso las hormonas. Por eso, cuando llega el momento de actuar de la forma en que nos habíamos propuesto antes, pueden ocurrirnos varias cosas:

  • No reconocemos el patrón: nos parece que esta situación es totalmente distinta, o que quizá esta vez el resultado va a ser diferente, a pesar de que no ha habido ningún cambio sustancial ni en nosotros, ni en las circunstancias.
  • No tenemos acceso a la información emocional de la que disponíamos cuando hicimos nuestra resolución. A los humanos nos resulta complicado predecir cómo nos va a hacer sentir algo, ya sea muy bueno o muy malo. Por eso, es posible que en el momento de apostar por una relación con mala pinta no recuerdes los meses que pasaste arrastrándote y comiendo helado después del último desengaño.
  • Nuestra fuerza de voluntad está de vacaciones, y si no disponemos de otros recursos para solucionar el problema, como hábitos o tareas concretas, nos será imposible abordarlo desde cero.

Las Cartas Futuristas pueden servirnos para paliar estos «puntos ciegos». Nos dan la perspectiva del momento en que sí teníamos fuerza de voluntad, nuestro estado emocional estaba plenamente accesible y podíamos describir el patrón con detalle para futuros navegantes.

¡Cuidado! Nuestra dificultad para imaginar emociones funciona en las dos direcciones. Cuando te puede la ansiedad en mitad de los exámenes, te resulta imposible creer que te vas a olvidar de lo mal que lo estás pasando. Pero el tiempo pasa, y tres semanas después estás tomando cañas con los colegas a la salida de clase y pensando que hasta junio te queda un montón de tiempo y que la primavera está para disfrutarla.

Por eso te animo a que adoptes las Cartas Futuristas como una costumbre frecuente: unas te servirán más, otras menos, pero habrás dado un paso importantísimo al aceptarte como un ser que cambia constantemente.

Objetivo 2: contarte historias con sentido

Una de las funciones de la escritura como arma terapéutica es ser capaz de convertir el follón de sensaciones, emociones y sentimientos en una narrativa que tiene sentido para ti. Los humanos estamos hechos para pensar en historias y prestar atención a ellas. Las historias nos sirven para aprender y mejorar de cara al futuro. Por eso puedes pasarte horas viendo temporadas de Anatomía de Grey (al menos las primeras temporadas, cuando aún no habían muerto TODOS).

¿Por quién de los 783 personajes muertos está llorando Grey?

¿Por quién de los 783 personajes muertos está llorando Grey?

¿Cuándo utilizar tu Carta Futurista?

Un primer paso es identificar los ciclos de tu vida que se van a repetir sí o sí. El ejemplo de los exámenes, en ese sentido, es muy útil: si estás estudiando, sabes que vas a tener exámenes en febrero, junio y quizá septiembre durante el tiempo que dure la carrera. Sabes que el ciclo negación-pánico del que hablábamos en el post sobre la procrastinación se va a repetir en fechas predecibles.

Otros ciclos o fechas que puedes anticipar son:

  • Las vacaciones. Por ejemplo: si nunca quieres ir a ningún sitio en Semana Santa porque piensas que estará todo hasta arriba, pero después te quedas en casa y te deprimes viendo las fotos en Facebook de tus amigos, puedes escribirte una Carta Futurista para planear algo el año que viene.
  • Los cumpleaños (propios o ajenos).
  • Los trimestres laborales o fiscales: si eres autónomo como yo, quizá te venga bien recordarte a mitad de trimestre que tienes que ir ordenando tus facturas y preparándote para la declaración del IVA.
  • Los ciclos menstruales. ¡En serio! No hace falta ponerse mística para darse cuenta de que si tus niveles hormonales son totalmente distintos en las diferentes fases, es lógico que tus estados de ánimo y tus capacidades también lo sean.

El segundo paso, que quizá puede ser más complicado, es anticipar ciclos que no se repiten de forma predecible, pero que van a darse tarde o temprano. Por ejemplo:

  • Si acabas de empezar una relación, sabes que tarde o temprano la emoción inicial va a disminuir y aparecerán los primeros roces.
  • Si empiezas un nuevo proyecto, en algún momento vas a encontrarte con dificultades y tendrás ganas de abandonar.
  • Si comienzas un hábito, tendrás momentos de flaqueza.
  • Si compras por impulso, por mucha ilusión que te haga lo que vas a comprar, es probable que se te pase enseguida.

En estos casos, como explica muy bien Ángel en este post, la estadística es tu amiga. No pienses que eres un copo de nieve especial. Si le ha pasado a la mayoría de la gente, es probable que te pase a ti también.

El tercer paso, y quizá es el más complicado, consiste en aprender a reconocer tus propios patrones, e identificar las pautas que repites tú, personalmente. En mi caso, por ejemplo, tengo tendencia a entusiasmarme muy rápido con nuevos proyectos y comprometerme con ellos, sin pararme a reflexionar cómo encajan en el esquema general de mi negocio y de mi vida. Si sé que eso es un problema, puedo anticiparme.

¿Qué puedes incluir en tu Carta Futurista?

Empieza con un saludo cariñoso. Quieres convencer a tu yo del futuro de cosas, así que más te vale caerle bien.

Continúa explicándole el patrón que tú has reconocido en el pasado, y que piensas que está a punto de darse en el futuro. Dale pistas respecto a cómo puede reconocer ese patrón. Dirígete también a sus posibles objeciones («‘esta vez va a ser distinto») y demuéstrale que no, que no va a ser distinto a no ser que haga algo para solucionarlo.

Explícale cómo te sientes en este momento con el mayor detalle posible. Si se ha olvidado del agobio o del corazón roto, recuérdaselo con pelos y señales.

Por último, dale ideas que no necesiten de una gran fuerza de voluntad y que puedan solucionar, o al menos mejorar, la situación en la que se ha metido. Ofrécele una variedad de ideas e incluye el primer pequeño paso para cada una de ellas.

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Carta Futurista de Ejemplo: Las Ideas Brillantes Tienen que Pasar por un Filtro Antes

(La frase del título es de mi colega Jon Valdivia)

Querida Marina del futuro:

¿Cómo estás? Espero que muy bien. Tenía ganas de hablar contigo. ¿Sigues tan fabulosa como siempre?

Te escribo, como te puedes imaginar, con la mejor intención en mente. Quizá algunas de las cosas que tengo que decirte no te van a hacer ninguna gracia, pero te pido que leas esta carta hasta el final y que mantengas tu mente abierta.

Sé que piensas que yo, la Marina del Pasado, no tengo ni idea de nada, y que tú has acumulado más experiencia en el tiempo que llevamos sin vernos. Pero sabes que yo puedo darte una información de la que tú no dispones ahora. ¡Si hasta escribiste un post sobre el tema!

Vamos al lío. Acabas de tener una idea brillante. Yo sé lo que se siente. Te entusiasmas, vuelves a sentir la ilusión y la energía que creías haber perdido, ves que esta nueva idea va a ser la definitiva y la que te va a catapultar a la fama y al estrellato. Piensas que ahora tienes la oportunidad de hacer las cosas bien desde el principio.

Pero tengo noticias para ti: la última vez que te lanzaste locamente detrás de una idea nueva, acabaste quemada una vez que el entusiasmo inicial se desvaneció. Tardaste mucho en descubrir que no tenía nada que ver con tus objetivos a largo plazo y decepcionaste a la gente que confiaba en ti. Te sentiste muy angustiada y desanimada.

Así que te propongo algo: en lugar de lanzarte como un ave de presa sobre esta idea… ¡date tiempo! No compres ningún dominio. No envíes ninguna newsletter. Respira y dedica unos días, o incluso semanas a pensar cómo vas a llevar esta idea a cabo. ¿Cómo se relaciona con el resto de tus proyectos? ¿Cuáles son los riesgos si sale mal? Como tarea, te propongo que vuelvas a leer el libro Lo Único para centrarte de nuevo.

Espero que esto te sirva y te deseo lo mejor. Un fuerte abrazo,

Marina

 

¡Eso es todo, jipi! Tienes todas las herramientas que necesitas para enviarte una Carta Futurista. Te animo a que te pases por FutureMe.Org y empieces ahora mismo. ¡Hace mucha ilusión recibirla después!

Y si te interesa saber más sobre cómo utilizar la escritura de forma terapéutica, haz clic aquí.

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7 comentarios
7 comentarios
  1. María abril 1, 2016

    Hola Marina:

    Me ha encantado la entrada, ay, ¡si uno pudiera volver al pasado! Siempre me ha maravillado la gente que dice que, si volviera atrás, lo haría todo igual: no wonder why dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Yo cambiaría muchas, ¡muchas decisiones! Como tú, comenzaría a escribir mi blog antes, repensaría dos veces las personas a las que les abro la puerta en mi vida, y por encima de todo me diría algo alto y claro: María, tómatelo con más calma. Para un poco.

    Así que eso he hecho, mandarme un correo al futuro para que yo misma me lo recuerde. Me he contado los sueños que tengo para este tiempo, me he dado algún consejo que no quiero que caiga en saco roto y me he tratado de subrayar lo que de verdad importa. Que no se me olvide nunca lo que de verdad importa.

    Esta semana comparto tu post, creo que a mucha gente le puede gustar.

    Un abrazo,
    María Fornet.

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  2. Roser abril 1, 2016

    ¡Genial, Marina!

    Lo pondré en práctica, estoy segura que puedo decirle unas cuantas cosas a mi yo del futuro, que acostumbra a tropezarse con varias piedras que ya tengo localizadas :))

    ¡Saludos!

    Responder
  3. Belén Merchán abril 1, 2016

    Me ha encantado este post….definitivamente es una herramienta que todos en algún momento deberíamos poner en práctica.

    Un abrazo cariñoso desde Ecuador.

    Responder
  4. Pedro abril 1, 2016

    Gracias, Marina!

    Me ha gustado mucho la idea de viajar en el tiempo en forma de carta desde el pasado. Además, es muy útil para no olvidar esas ideas que sabemos que nos hacen más sabios. Lo voy a poner en práctica.

    Saludos!!

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  5. Nacho abril 2, 2016

    Hola, complicado me resulta aun difícil transmitirle a un futuro todo aquelli que aun me cuesta en el presente. Qué le diría, uff, tantas cosas…
    primordial, vivir como uno mismo y nunca como los demás, tener el timón agarrado bien fuerte, tanto para bueno como para lo malo, y si la oxtia viene, que venga, pero es mia, ya veremos como ‘asimilarla’.
    También le diría que no tenga tantos miedos y se atreva, que intente ser todo aquello que sueña siempre, que lo intente al menos..
    En fin, soñar ser mejor persona, mejor ser humano, no creo sea una quimera imposible de alcanzar
    gracias y muchísimos ánimos para todos y todas
    Nachete

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  6. Caro chan abril 26, 2016

    UUhhhh!! Me super encanta aunque me veo spameada por mi misma en el futuro…jajaja.

    En cuanto a lo del ciclo menstrual no era muy consciente de como afecta hasta que me leí el libro «Luna roja» de Miranda Gray y completé durante tres meses sus circulo de fase lunar… sí, suena tan «hierbas» como yo soy pero de verdad que me ayudó muchísimo a entender porque hacía planes tan entusiasmada y llena de energía para cuando llegaba el día señalado solo quisiera acurrucarme en le sofa. Desde entonces planeo mis meses en base a la energía que sé que tendré dependiendo de la semana del ciclo en el que estoy!

    Me voy a escribir ahora mismo ^.^

    Chuuuu!!!

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