4 promesas que la autoayuda nunca podrá cumplir

Yo soy muy fan de la autoayuda desde siempre, y uno de mis objetivos es que la palabra pierda su mala fama. ¿Por qué va a ser malo ayudarse a uno mismo? En realidad, es el único tipo de ayuda posible. Un buen psicólogo lo que hace no es ayudarte, sino ayudarte a que te ayudes.

Sin embargo, ya sabes que otro de mis objetivos blogueros es el Realismo Extremo. Ni la mejor autoayuda, ni la psicología más avanzada, van a convertir tu vida en una fiesta continua de unicornios y flores. Y no solo eso, sino que alguno objetivos son inalcanzables, y perder el tiempo con ellos daña tu vida porque te aleja de otros objetivos que  puedes conseguir.

Hoy comparto contigo cuatro de esas promesas fallidas, y sugerirte qué puedes hacer en su lugar.

  1. Estabilidad. La estabilidad es una mentira. Pensamos quecuando tengamos el trabajo perfecto, la pareja ideal, la casa de nuestros sueños, el cuerpo cañón y la mente en buen estado, podremos ponernos en piloto automático y hacer eso que todo el mundo dice de «disfrutar de la vida».
    Sin embargo, la naturaleza de la vida es cambiante. Incluso la rutina más estable se ve interrumpida por la enfermedad, la vejez o la muerte. Esta idea nos causa angustia (lógico) y luchamos contra ella con todas nuestras fuerzas. Pero es un lucha fútil que nos desgasta muchísimo.
  2. Éxtasis continuo: te animo a que busques en tu propia vida la época que consideres más feliz. Después, trata de recordar: ¿cuál fue el número máximo de días que estuviste sintiéndote total, plenamente feliz, sin que ningún pensamientos/emoción/sentimiento negativo cruzara tu cabeza? ¿Llegó a un día completo? ¿A una hora completa?
    La experiencia nos dice que es muy difícil sentir más de unos segundos o minutos de felicidad ininterrumpida. Estás tumbado en Cancún bebiéndote un cocoloco y leyendo tu novela favorita… y tarde o temprano te entran ganas de cambiar de postura, o de hacer pis, o calor. La mente siempre busca lo que falta o lo que nos molesta.
  3. Poderes sobrehumanos: la autoayuda repite todo el rato que «si quieres, puedes», que «el límite es tu imaginación», etc. Pues te digo yo que no. Hay límites. El 99,999 de la población no batirá récords olímpicos, ni inventará la cura contra el cáncer. El 100% de los humanos no es capaz de volar. Puedes mejorar, aprender y progresar, pero eso no te va a convertir en un superhéroe.
  4. Satisfacción definitiva: igual que pasa con la estabilidad, una parte de nuestra mente cree que en algún lugar del camino está esa idea de «ya he llegado. Ya estoy aquí. Ahora puedo sentarme y disfrutar de lo conseguido». Sin embargo, la insatisfacción siempre vuelve. Los ricos del mundo siguen pensando cómo hacer dinero; los guapos, cómo ser más atractivos; las personas con éxito, cómo llevar su carrera al siguiente nivel. ¡Incluso los monjes buscan la forma de profundizar más en su práctica! La sensación «ya he llegado» no existe… y, sin embargo, nos pasamos la mitad de la vida persiguiéndola.

«Vale, Marina – estás pensando tú -, ¡qué post deprimente!». Ya sabes que crear depresión y luego darte esperanza es parte de mi modus operandi. Muahaha.

Ahora en serio: la realidad no puede ser deprimente. Quiero decir, que puede serlo, pero que más nos vale adaptarnos para dejar de considerarlo como algo que nos ataca, que nos quita un derecho de nacimiento, y empezar a verlo como un entorno que es así y al que nos conviene adaptarnos.

Examina lo que he escrito arriba. ¿Encaja con tu experiencia? ¿Tiene sentido? Si no es así, descártalo y busca algo que te sirva. Pero si a pesar de parecer deprimente, tiene sentido, sigue leyendo y te cuento los cuatro objetivos que la autoayuda/psicología/desarrollo personal sí pueden ayudarte a conseguir.

  1. Flexibilidad: puesto que todo cambia y que la estabilidad es una mentira, ¿qué tal si ejercitas tu mente para adaptarse con facilidad a los cambios? En lugar de luchar contra ellos, ¿puedes observar la incomodidad que te generan, y darle un espacio dentro de ti?
    Sin cambio no habría vida. Estaríamos cristalizados en un único instante, fosilizados como los cadáveres de Pompeya. PompeyaAbrazar el cambio como parte de la vida es como dejar de pelear contra la corriente y dejarte llevar por ella.
  2. Ecuanimidad: no podemos esperar que la vida sea una sucesión ininterrumpida de dicha. Pero sí que podemos trabajar para permanecer estables frente a los altibajos. En lugar de esperar que el sol siempre brille, podemos buscar un paraguas; en vez de esperar un camino sin espinas, podemos ponernos zapatos.
    ¿Cómo se hace esto? Practicando para dar espacio dentro de nosotros a todo tipo de emociones, pensamientos y sensaciones. Puedes empezar por observar tus pensamientos. Siéntate en un lugar tranquilo, cierra los ojos y presta atención: ¿qué pensamientos cruzan tu mente? Puedes imaginar que vas metiéndolos en una caja y poniéndoles etiquetas: «pensamiento 1», «pensamiento 2», etc. Cuando te des cuenta de que te has dejado llevar por uno de ellos, puedes imaginarte una caja más grande que todas las demás, y meter en ella los pensamientos por los que te has dejado llevar.
  3. Poder personal: quizá no puedes hacer todo lo que quieras en cualquier situación, pero sí que puedes hacer cambios en tu vida. Puedes cultivar tu poder personal, es decir: tu capacidad para actuar de forma distinta frente a las mismas situaciones. ¿Cómo? Puedes, por ejemplo, practicar todas estas habilidades de emprendedor emocional. La clave del poder personal es dejar de actuar siempre igual esperando resultados diferentes.
  4. Sensación de suficiente: en vez de perseguir la Satisfacción Definitiva, el Cocoloco Total, puedes practicar para sentirte suficiente aquí y ahora. No necesitas esperar a una plenitud que no va a llegar nunca. En vez de eso, observa lo que tienes y quién eres, y busca estar cómodo en la incomodidad de saber que todavía te queda mucho por mejorar. Puedes leer este post para más detalles.

¡Esto es todo por hoy, jipi! Sigo trabajando en mi épico post «Cómo seducir a un hombre según la ciencia». Pero, ¿qué es esto? ¿Va Psicosupervivencia a convertirse en la Cosmopolitan? Lo descubrirás en el próximo capítulo. Para no perdértelo, asegúrate de suscribirte a la lista de correo.

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19 comentarios
19 comentarios
  1. Kathya junio 16, 2016

    Hola Marina, que bonito post, muy de acuerdo contigo en el que la dicha o la pasión no siempre esta ahí día y noche, incluso haciendo algo que te gusta, disfrutas, que te reta continuamente, no todo el tiempo estarás saltando con energías de porrista, aun no proyectos propios y creando y viviendo como emprendedora, siendo mi propio jefe, hay días en que como dices hay que» trabajar en permanecer estables frente a los altibajos» es decir, ya uno se metió en ser su propio jefe y encima de aprender a ser organizado, de aprender a trabajar con tus propios horarios y demás, hay que trabajar todavía en todas las emociones que emprender implica porque no somos maquinas y vamos aprendiendo y explorando hasta nuevas emociones ante nuevas experiencias, jaja toda una aventura!, pero me encanta, y aun con días negros o grises o de colores, aprendo y comprendo mi experiencia humana, aprendo que la incertidumbre es certeza y que la certeza es una vida dinámica y cambiante.

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    • Marina junio 21, 2016

      Totalmente de acuerdo! Como emprendedora, me siento muy identificada. Un abrazo!

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  2. Gloria junio 16, 2016

    ¡Qué buen recordatorio, Marina! Después de Reescríbete me propuse llevar a cabo los últimos 4 objetivos, pero poco a poco se me habían diluido en los automatismos y viejas ideas. Este post tuyo me vuelve a poner las pilas y a prestar atención a las consignas más realistas que han de guiar mi camino. Gracias. Un besote.

    P.D. Muy prometedor tu Post sobre «Cómo seducir a un hombre según la Ciencia»,deseando estoy leerlo, ¡ya quisiera Cosmopolitan contar con una redactora como tú!. Para ser 100% Cosmopolitan tendrías que mencionar los orgasmos en la portada, si no no vende, jajajja…

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    • Marina junio 21, 2016

      Sí, es fácil que los buenos propósitos se diluyan, Gloria. Por eso hay que persistir y comprometerse a fallar 😉 Me alegro de que el post te sirva. Un abrazo!

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  3. Carmen junio 16, 2016

    Me ha gustado mucho tu post Marina, la adaptación a los cambios, altibajos, sucesos buenos o malos, etc, que te trae la vida es de sabios, sabiduría que necesitamos para percibir esos cambios y los sentimientos que tenemos por ellos, pero para eso……..hay que hacer el esfuerzo de pararnos a observarnos, a ‘buscar el paraguas o los zapatos’, cosa que resulta difícil, aunque tenía que ser lo normal y natural.
    Si vas por la calle o en el bus sin los auriculares oyendo las noticias, los 40, etc, ( cosa que no está mal durante un rato), en vez de estar presente en lo que ves, oyes, te incomoda, te duele, sientes, etc……eres un poco rarita!!!
    No sé si me explico bien, tal vez sí soy rarita 🙂
    Gracias Marina y a las personas que comentan.

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    • Marina junio 21, 2016

      Todos somos un poco raritos en este blog, Carmen… en el buen sentido 🙂 Al menos yo. Un abrazo!

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  4. Jorge junio 17, 2016

    No es infrecuente hoy en día, y en este país, cruzarse en la calle con niños pequeños de la mano de sus padres o madres mientras nos regalan los oídos con una portentosa rabieta. Quieren esto o aquello o lo de más allá y de momento no lo tienen. Y lloran y gritan y patalean. Los adultos, mayoritariamente, somos como ellos. Si el sol no luce en el cielo el fin de semana que vamos a salir a la montaña, nos enfurruñamos. No soportamos las colas, nos ponemos como locos con las retenciones de tráfico, y nos deprimimos si rompen con nosotros o nos dan calabazas. ¡Queremos algo y lo queremos ya!
    Todo es cambio, ya lo dijo Heráclito, y si no aprendemos esta importante lección, lo pasaremos muy mal.
    Excelente post, Marina. Deberíamos leerlo cada mañana hasta que calara de tal manera en nuestra mente que pasara a formar parte de nuestro ser.

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    • Marina junio 21, 2016

      Muchas gracias, Jorge, me alegro de que te haya gustado. Un abrazo! 🙂

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  5. Marta J. junio 17, 2016

    ¡Hola Marina!

    Qué importante, importantísimo me parece este artículo. A veces me asusta el tipo de promesas que pueden llegar a hacer la psicología, la autoayuda o el desarrollo personal. «Sé feliz SIEMPRE», «Sé feliz PARA SIEMPRE», «Sé feliz YA». En serio, da hasta un poco del mal rollo.
    Lo fundamental es, como tú dices, ser flexible ante los cambios, contar con las herramientas adecuadas (aprender estrategias de afrontamiento a los problemas, conocernos mejor a nosotros y a nuestros pensamientos negativos, saber estar a solas con nosotros mismos, entre otras) y seguir aprendiendo, seguir pasándolo mal cuando toque (evitar las emociones negativas me parece un error. Tampoco hay que hundirse hasta el fondo en la autocompasión, pero la ira, la tristeza, etc. todas sirven para algo y están ahí para ser experimentadas en algunos momentos), y ser conscientes también de que somos suficientes aquí y ahora 🙂 Creo que una conciencia de ello llevaría a muchas personas a no estar tan estresadas/ansiosas en su día a día.

    Gracias por este artículo, estoy segura de que lo enlazaré a menudo a mis amigos y conocidos, y esperando estamos ese Cosmopolitan style, estoy segura de que va a ser muy divertido.

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    • Marina junio 21, 2016

      Gracias, Marta! Estoy de acuerdo contigo en que esas promesas son malrolleras. Es trasladar lo que logramos en el mundo físico (hacer las cosas AHORA, YA, SIN ESFUERZO), al mundo mental, y no funciona.

      Un abrazo!

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  6. jesusa junio 17, 2016

    Gracias Marina por compartir este ùtil y sincero artículo, como bien nos explicas la vida es un continuo cambio y lo que debemos hacer es saber adaptarnos a ellos de la mejor manera posible y en esto si puede ayudarnos la psicología
    También debemos intentar mejorar y aprender dentro de nuestras posibilidades, pues como nos comentas no somos superhéroes (aunque hay muchas vertientes que así nos lo hacen creer y esto que en principio puede parece bueno causa muchas frustraciones a la larga), Gracias por compartir tus enseñanzas y ser tan realista y sincera, Un abrazo¡

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  7. Alixia junio 17, 2016

    UUUUFFF te pasaste con este post! Está super requetebueno!
    Es un super resumen de como ver la vida metido en una cápsula maravillosa!

    Me ha encantado y lo voy a imprimir y a ponerlo al lado del cepillo de dientes para leerlo todas las mañanas de mi vida!

    Un abrazote desde Ecuador!

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    • Marina junio 21, 2016

      Jijiji gracias, Alix! Un abrazo, guapa.

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  8. Rafael junio 17, 2016

    La ambición como consecuencia de la insatisfacción nunca termina, y es la búsqueda de esas metas que nos planteamos diariamente lo que nos mantiene vivos, la persecución constante de nuevas ilusiones (metas), aunque no sean grandes ni de magnas espectativas nos hacen tomar las armas para luchar por la vida y una vez conseguidas, buscamos nuevas porque nuestro corazón nunca está ni estará satisfecho, aquello es lo que nos hace progresar, y sobre todo, seguir viviendo.
    Me encantan tus post. Gracias.
    Además de bella eres muy inteligente.
    Rafael.

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    • Marina junio 21, 2016

      Muchas gracias por comentar, Rafael, un abrazo!

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  9. Lara junio 20, 2016

    ¡Me encanta, lo has bordado! Creo que nos viene muy bien ser conscientes de esos 4 imposibles que siempre perseguimos, para así empezar a emplear nuestra energía en objetivos realizables. Es un post muy muy útil.
    Eres genial 🙂
    ¡Muchísimas gracias!

    PD: Esto va a sonar muy friki, pero como me digas que habéis llamado Minerva a la gatita por el personaje de Harry Potter, me moriré de amor.

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    • Marina junio 21, 2016

      Jajajaj Lara, pensando nombres estaba dándole vueltas a nombres de dioses griegos y romanos y me vino Minerva a la cabeza… y entonces me acordé de Minerva McGonagall! Así que aunque no ha venido directamente de ahí, sí que está relacionado 😀
      ¡Viva Harry <3 <3 !

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  10. Guillermo Camacho R septiembre 25, 2020

    Marina, has planteado en las 4 PROMESAS QUE LA AUTOAYUDA NUNCA PODRÁ CUMPLIR, una de las fuentes permanentes de insatisfacción, lo cual me invita a replantear de instante en instante, mi manera de asumir las situaciones y los afanes de cada día y no volver a caer en este circulo vicioso, esperando esas promesas de falso éxito

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