Mi fantástica rutina matinal (o no)

Ayer estaba pensando que me iría mucho mejor si siguiera mis propios consejos. Es absurda la cantidad de veces que cometo los mismos errores de los que hablo aquí. Imagino que ser psicóloga es parte del problema: me creo que estoy en un nivel superior y que a mí no me hacen falta esos trucos para principiantes, y acabo cayéndome con todo el equipo.

La rutina matinal es otro ejemplo. Las épocas en que consigo tenerla, mi vida mejora de una forma ridícula. Después me olvido, la dejo de lado y mis días vuelven a disolverse en un confuso pudding de autocompasión.

Lo más gracioso es que mi rutina se va al carajo porque, de nuevo, no sigo mis propios consejos. El más útil, sin duda, es empezar poco a poco. Es el consejo más útil para todo, porque resulta que hacer cambios de verdad en la propia vida es de una lentitud desesperante.

Me he comprado un piano. Es algo que no sabía si contar aquí, porque me preocupa que la gente que me conoce (y la que no) se piense que estoy rebozada en dinero, como el tío Gilito, cuando lo cierto, es que mi situación económica es lo que podríamos definir como justita. Y también me da miedo hablar de mi situación económica justita y caeros bien porque soy normal, y que más adelante, si por alguna razón me hago rica, toda esa gente a la que le reconforta saber que soy normal se sienta mal consigo misma cuando lea el blog y me abandone.

(He aquí una muestra del nivel de neurosis de mi vida diaria)

(Por otra parte, os GARANTIZO que si alguna vez me hago rica, voy a encontrar formas de seguir insatisfecha y las voy a contar aquí)

Aun así, me he comprado un piano, porque me encanta tocar el piano y a principios de 2017 decidí tener una vida más llena de cosas que me encanten. Lo toco fatal. No es falsa humildad: estudié (algo) entre los 15 y los 18 y después lo dejé hasta ahora. Puede que grabe un vídeo en algún momento.

Practicar piano me mantiene cuerda. No se trata solo de que me relaje el acto en sí. Es que es un recordatorio de que hay cosas en la vida que son difíciles y lleva tiempo aprender; y, al mismo tiempo, me demuestra que cuando invierto tiempo y esfuerzo, el resultado mejora.

Como parte de mi nueva aventura pianística, me he leído un libro llamado Becoming a Great Sigth Reader (or not). Va de un señor que decide pasar un año dedicando dos horas diarias a leer partituras, para ver si consigue mejorar. Al final se viene arriba y continúa cuatro años más. Su conclusión cuando acaba es (spoiler alert) que no ha mejorado tanto para la cantidad de tiempo que ha invertido.

Está bien que haya un libro que cuenta eso, porque a menudo con esto de la automejora y la optimización pasa como con los estudios científicos: solo se publican cuando salen bien, y nos quedamos sin un montón de información acerca de lo que no funciona.

Así que este post se titula «Mi fantástica rutina matinal (o no)», porque lo cierto es que después de un año, no he avanzado mucho respecto a cuando empecé. He tenido épocas en las que sí lo he logrado: levantarme todos los días a la misma hora, hacer algo que merezca la pena, etc. etc. Pero después vienen la vacaciones, o una época de estrés, y vuelvo a la casilla de salida.

Voy a compartir contigo el estado actual de mi rutina matinal, o RM.

ESTADO ACTUAL DE MI RUTINA MATINAL A 13.9.17

Logros definitivos (lo que hago siempre):

  • Hacer la cama.

Logros esporádicos (lo que hago a veces):

  • Yoga.
  • Escribir en mi diario.

No, no me han llamado de Hollywood para hacer una peli.

Problemas con los que me he encontrado

  • Empezar demasiado rápido.
  • Racionalizar. Creo que este es mi mayor problema con la vida en general. Cuando hay algo que no quiero hacer, me convenzo a mí misma de que en realidad eso no me viene bien y que «me merezco» no hacerlo. Y la inmensa mayoría de las veces acabo con una angustia existencial horrible.
  • Cambiar de idea cada dos por tres respecto a la forma en que querría empezar mi día. A veces pienso que lo más importante es hacer yoga. Luego que debería salir inmediatamente de casa e irme al gimnasio. Luego que tengo sueño y que me voy a quedar durmiendo y después a pasarme un día viendo Sherlock porque me lo merezco. El resultado es que no persisto con nada y no me da tiempo a saber qué es lo que me viene bien.

Lo más gracioso de todo esto es que tengo un curso entero que he hecho yo y que aborda todos esos problemas uno por uno. Es un curso que hice mientras Pablo y yo decidíamos si seguir juntos el año pasado: lloraba por las mañanas para poder grabar vídeos por la tarde sin que se me pusieran los ojos rojos. Lo hice porque creía en él, y todavía lo hago. Así que en un alarde de ingenio e innovación tecnológico-autoayudil, voy a  (chanchachachán) hacer mi propio curso.

Esto no estaba preparado. Una de las cosas que estoy cambiando en el blog es escribir para divertirme, y me he dado cuenta de que una de las condiciones para divertirme escribiendo es que mis posts me sorprendan. Yo solo quería escribir algo sobre hábitos para decirte que voy a rebajar temporalmente el curso (eso sí estaba preparado). Pero lo de hacerlo yo se me acaba de ocurrir cuando he visto en negro sobre blanco que puedo ser mi propia psicóloga y arreglar mis problema. ¡Albricias!

Voy a empezar la semana que viene y te voy a contar cómo me va. Cada mañana del curso te mandaré un mail contándote si he logrado cumplir con los desafíos del día, e imagino que alguna otra reflexión que pueda servirte. Si te soy sincera, no sé exactamente cuál va a ser el contenido de los mails, pero quiero pensar que es parte de la gracia.

Este es, probablemente, el peor post promocional de la historia de la humanidad. Menos mal que he hecho una página para el curso que es mucho más optimista y alegre, pero si te fijas no he incluido el típico párrafo de «mi vida antes era una mierda y ahora tengo una rutina matinal y es fantástica», porque sería mentira: no tengo una rutina matinal fantástica. Peeeeero creo en ella. Creo en ella de verdad. Quizá he creado una página tan optimista para convencerme a mí misma.

Voy a dejar el precio del curso a la mitad de lo que vale hasta el viernes, para que te animes a unirte a mí en esta aventura matutina: en vez de cincuenta euros, valdrá veinticinco. El lunes empezamos. Si sigues teniendo dudas, al menos los vídeos son divertidos.

Accede al curso (y mira mi página súper optimista) aquí.

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14 comentarios
14 comentarios
  1. Ana septiembre 13, 2017

    Es genial el post Marina, no hay nada mejor que la sinceridad y humildad con un toque de humor. Me encanta!!!

    Responder
  2. Jon septiembre 13, 2017

    Marina Díaz, eres una crack. Me encanta que toques el piano 🙂

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    • Marina septiembre 14, 2017

      Como digo en otro comentario: tú fuiste parte de mi inspiración. Bueno, y Álvaro con su «si quieres un piano, pues cómprate un piano, cojones». Abrazos gigantescos.

      Marina

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  3. JC septiembre 13, 2017

    Yo tocaba antes el Piano y me gustaba pero lo he dejado de tocar, pero me inspiraste a retomarlo.

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    • Marina septiembre 14, 2017

      ¡Qué bien, JC! A mí me inspiró leer «Instrumental», de James Rhodes. Y Jon Valdivia <3

      Marina

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  4. Mariam septiembre 13, 2017

    Hola Marina,me apuntaría sólo por la diversión, pero ya tengo una rutina matinal?. Cada día me levanto a las 6 para hacer yoga o entrenar un poco y meditar antes de irme al trabajo. Es el único momento del día sólo mío y es genial. Te lo recomiendo, jeje. Un beso .

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    • Marina septiembre 14, 2017

      Mariam: algún día voy a crear un curso solo por la diversión. Completamente inútil. Solo de vídeos con chorradas. Espero verte allí 😉 Abrazos,

      Marina

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  5. victoria septiembre 13, 2017

    Me he reído como no tenes idea…

    Sin duda fue un buen post promocional
    no se siente como el programa de 15 días para rebajar de herbalife
    veamos que tal resulta la rutina matinal

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  6. Laura septiembre 14, 2017

    Me encantó el post Marina, eres una crack! 🙂

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  7. Cigi septiembre 14, 2017

    Marina, me encantas tú y tu sinceridad. Si te tocase la lotería (antes que a mí) me caerías sólo un poco mal :-P.
    Hacer cosas que te encanten, eso si que es un buen anti-depresivo y un anti-todolomalo.
    Compré el curso la primera vez que lo sacaste, y, ejem, fracasé así como a la mitad de él. Pero aprendí que es físicamente posible levantarse a las 6:30 todas las mañanas. Me pregunto si podría recibir esos emails tuyos aunque no compre el curso ahora (que ya lo tengo).
    Un besote!!!

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    • Marina septiembre 14, 2017

      Sí! Voy a ofrecer la posibilidad de reengancharse a los antiguos alumnos. Tú sabes que la clave de esto está siempre en retomar. Abrazos, hermosa.

      Marina

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      • Rita (Luisa, a fin de cuentas. Pero me siento más cómoda :) septiembre 15, 2017

        Marina, no sabía lo del piano! Yo soy pianista; estudié interpretación pero me dedico a la docencia, como casi todos. Me puedes preguntar dudas o digitaciones:)

        Respecto a lo de la RM, hice el curso en julio y la mantuve, pero -como debe ser en vacaciones- se fue al carajo. Me reengancho ahora encantada de la vida.

        Abrazos xl!

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        • Marina septiembre 16, 2017

          Tú te lo has buscado. Tienes un e-mail xD

          Marina

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  8. Carlos septiembre 16, 2017

    Bienvenida la sinceridad!!

    Estupendo el post, algo distinto al trillado postureo de la web en donde todos parecen ser súper exitosos y tener ingresos de 6 cifras. La blogfera está plagada de artículos que te cambiaran la vida en una milésima de segundo sintener que hacer nada. Jaja patrañas!! El título me hace acordar a un artículo que escribí hace un año llamado «13 libros que te cambiaran la forma de ver la vida o quizás no».

    Espero que muy pronto nos sorprendas con un video tocando él piano.

    Saludos desde Uruguay
    Carlos

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