Con esto del COVID, no hago más que ver por todas partes artículos con consejos para trabajar desde casa.
La idea es: «habías pensado que trabajar desde casa sería estupendo, ¿verdad? Pero ahora te pasas el día en pijama, no desconectas nunca, no te organizas y, aunque te ahorras el tiempo de transporte, no sabes a dónde se te van las horas».
Yo llevo haciendo esto desde 2014 con relativo éxito y ya ni lo pienso. Lo raro para mí sería ir a una oficina.
Sin embargo, entiendo que a otros les pueda costar y por eso hoy te quiero dar algunos consejos que igual no ves en ningún otro sitio (o igual sí).
El primero: asegúrate de ver a gente de verdad en algún momento o se te irá la vida sin darte cuenta.
Entiendo que no es fácil en estos tiempos que corren porque #pandemia, pero reducir la vida a un solo espacio puede fastidiar la forma en que tu cerebro codifica el tiempo.
Yo tengo recuerdos muy claros de cuando trabajaba en la sanidad pública y, sin embargo, algunos años de emprendimiento son una bruma difusa delante de la pantalla.
El segundo: mantén la regularidad en las comidas. Tener un horario súper estricto cuando acabas de empezar es complicado, pero si al menos consigues seguir comiendo a la misma hora, tus días tendrán un ritmo e irás colocando el resto.
El tercero: coordínate con alguien y poned la cámara mientras trabajáis. No hace falta que habléis ni nada; simplemente, os conectáis a la vez a Zoom (o a donde sea) y hacéis lo que tengáis que hacer, pero con la cámara encendida. El mero hecho de sentir que te observan hará que te concentres mejor.
Pero en realidad, si me preguntas, el mejor consejo que te puedo dar para trabajar desde casa es: asegúrate de que tienes ratos para ti.
La mayoría de la gente lo enfoca al revés: primero trabajo y después, si eso, me tomo el tiempo que me quede disponible. Pero no funciona, igual que nunca consigues ahorrar apartando lo que te sobre a final de mes.
Tu cerebro tendrá miedo de que no vayas a darle un respiro y se lo tomará por su cuenta procrastinando a tope.
Tienes que convertir primero el tiempo que te dedicas a ti mismo en una prioridad, y después encajar el trabajo en lo que te quede disponible.
Una forma de asegurarte de que te das lo que necesitas es reservar ese rato al principio del día.
De eso va Transforma Tus Mañanas: mi curso para crear una rutina matinal satisfactoria.
Tiene el potencial de hacerte más productivo pero, sobre todo, más feliz.
(Porque al final no va a ser todo trabajar, ¿no? Digo yo, vamos)
Por cierto, hay muchos otros consejos para trabajar desde casa: separa espacios, cámbiate de ropa, ponte horarios, etc… pero esos seguro que ya los habrás visto por ahí.
La verdad que vienen bien, nosotros estábamos recorriendo el mundo y este ultimo año nos sentimos como leones enjaulados. Muchas gracias por el apoyo.
Muy cierto, hay que dedicarse a si mismo de vez en cuanto y ponerse no sólo la meta sino hacerlo.